“¡Ante las alzas del transporte público, ciudadano, defiende tus derechos!”

Los abajo firmantes manifestamos de manera pública nuestro rechazo a las malas condiciones de vida impuestas por el Sistema de Transporte “Transantiago”, producto de una serie de políticas que han fracasado en el objetivo de instalar un sistema de transporte público, que privilegie el bienestar ciudadano por encima de cualquier interés comercial o político.

No estaremos dispuestos a tolerar mayores alzas por las razones siguientes:

1. El sistema de transporte está diseñado de forma tal que se produce un déficit permanente debido a los costos de operación de las empresas privadas que lo componen. Costos que recaen en los ciudadanos y aseguran las utilidades de los empresarios.

2. Las normas e indicadores con los cuales se fija la tarifa, no tienen en consideración la capacidad de pago de las familias, lo que produce subidas de precio arbitrarias que no se condicen con reajustes en los ingresos que reciben los usuarios pro concepto de salario mínimo para los trabajadores o beneficios para los estudiantes.

3. El diseño inicial tiene una deuda no saldada con los usuarios, por la existencia de una serie de promesas incumplidas, en cuanto a duración de los viajes, cobertura, mejora en la calidad de vida, conectividad, etc.. Aspectos que estaban dentro de los objetivos que llevaron a justificar la necesidad de instaurar este nuevo sistema de transporte y que aun no han sido asegurados en su totalidad.

4. El gobierno ha eludido su responsabilidad política de su diseño, implementación y funcionamiento, delegando decisiones de profunda repercusión social en un comité de expertos, que no ha sido elegido para definir políticas públicas y no puede asumir responsabilidades por las que debe responder el gobierno ante la ciudadanía.

5. En el último tiempo, de la mano de las alzas, ha habido una reducción sistemática de beneficios, como el tiempo de duración de los trasbordos y el pase provisorio de los estudiantes, ambos elementos fundamentales para que la sociedad haga uso del sistema con resguardo de su bienestar.

6. Las condiciones de trabajo de los chóferes han empeorado en lugar de mejorar, el nuevo sistema de transporte no ha sido capaz de asegurarles locales adecuados de descanso, disponibilidad de baños al final de los recorridos y una reducción en las horas de trabajo continúo.

7. En contraste con la seguridad y garantías que se les dan a los empresarios, la ciudadanía, cuya satisfacción debiera ser el objetivo primordial de un sistema de esta naturaleza, no tiene protección alguna contra las alzas, arbitrariedades y abusos que conlleva la transferencia de costos, que no son causados por el uso sino por un diseño del cual no hemos sido parte.

La responsabilidad que nos compete el defender nuestros derechos nos llama a movilizarnos si nuestros intereses como ciudadanía no son tomados en consideración y llamamos a quienes se animen a defender junto a nosotros estas condiciones de bienestar mínimas, a participar de la Coordinadora Social por el Transporte Digno, para hacer frente a la políticas o decisiones que constituyan un perjuicio injustificado para nuestras familias.

Cada uno de nosotros de manera individual y como voceros de las organizaciones que representamos, damos cuenta de nuestra rotundo oposición a cualquier alza de tarifa que no se justifique en un aumento del bienestar, la eficiencia y la cobertura que este sistema ofrece y llevaremos a cabo las acciones necesaria para hacer valer nuestra voz.

Coordinadora Social por un Transporte Digno