El ministro Alejandro Solís estimó que la salud física y mental del ex uniformado es la necesaria para que enfrente la justicia y responda por 36 secuestros, un homicidio y 23 casos de tortura.
Nuevamente una causa de derechos humanos golpea con fuerza a Augusto Pinochet. Esta vez fue la investigación por los apremios sufridos por detenidos al interior del centro clandestino de la DINA, conocido como Villa Grimaldi, donde el ministro Alejandro Solís estimó que existían presunciones par estimar que el ex militar era responsables de 36 secuestros, un homicidio y 23 casos de torturas.
El magistrado comenzó la jornada de ayer anunciando que había rechazado un sobreseimiento temporal solicitado por al defensa del nonagenario ex uniformado, con ello dejaba claro que el paso siguiente sólo podía ser procesarlo. Y justamente a las pocas horas tomó la resolución la que será notificada el próximo lunes a Pinochet en su casa de La Dehesa, lugar donde quedará también bajo arresto domiciliario.
Para el juez los informes médicos y siquiátricas que abundan en las otras causas que se tramitan contra Pinochet dan fe de que no está inhabilitado para enfrentar la justicia, aún así su defensa tiene la posibilidad de insistir ante la Corte de Apelaciones de Santiago, lo que sin duda hará en los próximos días.
Pinochet suma ahora un nuevo proceso en su contra y por primera vez los cargos también apuntan a un delito especialmente sensible como los apremios ilegítimos o torturas, ilícito que figura en las convenciones internacionales como inamnistiable e imprescriptible.
