Después de varias intentonas frustradas de hacer una Exposición, pude concretar mi anhelo cuando Gladys volvió de Cuba, realizando una muestra de mis fotos llamada “Caminando con Gladys”, que mostraba una recopilación de algunas imágenes de su vida, que ella alcanzó a visitar en el Café Brazil.
Sin ser pretencioso, siempre tuve la idea que no bastaba una exposición, sino hacer algo que perdure en el tiempo, y se me presentó esa oportunidad, que se presenta una vez en la vida de tener al alcance un medio de comunicación, que me permitiera demostrar con imágenes lo que mis ojos ven a través del lente.
Fue así como nació a la luz este blog que bauticé orgulloso “Trinchera de la imagen”, que ha sido una ventana que me permite mostrar parte de lo que esta pasando en este país. Esto no ha sido fácil, ya que además de ser un observador, me convertí mientras reporteaba la rebelión de los pingüinos en una víctima de golpes y amenazas de aquellos llamados a resguardar el orden, bueno, creo que también tuve que pagar un precio por dejar en evidencia los abusos.
No todo ha sido malo, ya que hoy, mirando hacia atrás el camino andado, veo las huellas que mi trabajo ha dejado y pude apreciar en los momentos difíciles la solidaridad de quienes me aprecian y valoran mi humilde esfuerzo por comunicar, lo que sin duda me da fuerzas para seguir adelante.
Muchos escépticos dudaron de mis fotos como testimonio, pero el tiempo y los hechos han demostrado que estoy en el camino correcto, después de todo para que haya debate hay que aceptar opiniones diferentes a la propia, siempre en un marco de respeto.
A riesgo de olvidar mencionar a alguno en especial, agradezco a todos y cada uno de los que confiaron y confían en mí, y también a quienes formaron una cadena de solidaridad cuando fui agredido por Fuerzas Especiales.
Como balance de este ajetreado año, quiero mostrar algunas imágenes que me han parecido representativas de la realidad que vivimos hoy y que muestran “lo que no se vió” en los medios tradicionales.