Carta abierta al Sr. General José Alejandro Bernales Rodríguez Director de Carabineros

De mi consideración: Soy Jorge Zúñiga San Martín, Reportero Gráfico del Semanario el Siglo y fui uno de los cuatro integrantes de la Prensa a quienes se entrego la credencial y manga amarilla con el logo de Carabineros, en el acto simbólico de la armonía que se había logrado entre la Institución que usted dirige y representantes de la Prensa.

Me es muy desagradable escribirle por quinta vez y jamás haber recibido su respuesta, o la de relaciones públicas de la Institución que representa, pero el motivo de esta misiva se debe a hacerle saber que, no obstante sus buenas intenciones, todo el trabajo y el tiempo que se ha invertido para lograr un trabajo en armonía, este por derrumbarse, por culpa de algunos efectivos que militan en las filas de Fuerzas Especiales y que al parecer han decidido tomar la ley en sus manos. El día viernes 29 de Junio, mientras reporteaba junto a otros colegas de la prensa la protesta de los deudores habitacionales de ANDHA y de los trabajadores de la locomoción colectiva Alsacia, fui golpeado por un efectivo de sus filas en mi pierna y rodilla sin mediar provocación, el que a semejanza de un cuadrúpedo comenzó a dar puntapiés a diestra y siniestra a todos los que nos encontrábamos a sus espaldas. Cabe señalar que esta nueva forma solapada de golpear dando con las lumas en los riñones, codazos y patadas es la moda para provocar y golpear sin ser advertido. Esta agresión provocó mi molestia y al increpar al causante, -un efectivo de 1,85 de estatura- fui rodeado por al menos ocho Carabineros, detenido y llevado a la 1º Comisaría, a pesar de portar y exhibir reiteradamente mi credencial y la manga amarilla de prensa, donde fui aislado de los demás detenidos que participaron en la protesta, en un corral de rejas. Mientras estaba retenido, vi con sorpresa como los funcionarios de Fuerzas Especiales que ostentaban el número 11 en sus cascos rehacían una y otra vez el informe, rectificando las contradicciones entre los mismos testigos de sus filas, consultándole cada vez al encargado del grupo, quien los hacía corregir lo escrito. Finalmente, después de tanta enmienda llegaron al veredicto, acusándome a “Atentado a Carabineros”. Como es obvio, después del penoso espectáculo que presencié, me negué a firmar dicho informe que es una falsedad y producto de la manipulación del Oficial a cargo, ya que mis colegas captaron imágenes y grabaciones que demuestran la desigualdad de fuerzas con mi edad, peso y estatura comparadas con las de mi supuesta “victima”. Es lamentable que a pesar de haber sido agredido en varias oportunidades anteriormente -lo que me obligó a presentar las querellas respectivas-, estos hechos continúen repitiéndose, a pesar de las buenas intenciones conciliatorias expresadas por las máximas autoridades, a las que funcionarios de menor rango parecen hacer oídos sordos, formando sus propios grupos. Con sus excesos sólo desprestigian a la Institución a la que pertenecen, en desmedro de quienes sí ejercen su labor por vocación y no se escudan en la autoridad que se les ha dado para cometer abusos. Parte del material captado por mis colegas esta publicado en mi blog y otros medios, demostrando lo dicho anteriormente y puede ser presentado en cualquier fiscalía, para evidenciar y detener estas actitudes que mas parecen una persecución política contra quienes no hacemos otra cosa que ganarnos el sustento con nuestro trabajo.
Sin otro particular, Saluda respetuosamente a usted.
Jorge Zúñiga San Martín Reportero Gráfico de “El Siglo”