Además, pidieron a los medios informar sobre la situación de la cineasta, arrestada en la región de La Araucanía, por su supuesta vinculación con un asalto frustrado en 2005, en el que murieron cuatro personas. Durante la detención, la policía incautó vídeos, equipo de sonido, cámaras y vestuario empleados en la grabación del documental, financiado por el estatal Fondo de Fomento Audiovisual. El documental aborda el conflicto que mantienen las compañías forestales y las comunidades mapuches por las tierras que éstas reclaman. Los manifestantes, entre ellos cineastas, documentalistas y periodistas, lanzaron octavillas con el lema "Basta de abusos policiales" y se cubrieron la boca con cintas como símbolo de represión.
También desplegaron una pancarta en la que se leía "Liberad a Elena Varela para que la dignidad se haga costumbre". Tras la actuación de un grupo de músicos y mimos, los participantes intentaron entrar en la sede judicial, pero miembros de Carabineros bloquearon el acceso, lo que provocó empujones entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, que acusaron a los policías de connivencia con violaciones de los derechos humanos.
Paulina Acevedo, miembro del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, explicó que con esa acción pretendían llegar hasta la oficina de prensa que se encuentra en el interior del edificio, para lograr que los medios informen de una situación de la que hasta el momento "no han dado cuenta". Por su parte, Soledad Cortés, miembro de esa plataforma, leyó un manifiesto en el que demandan que la policía devuelva el material incautado, piden que no sea utilizado como prueba contra mapuches y que no se vuelva a requisar material a artistas para labores de inteligencia.