La Asamblea de Derechos Humanos mantuvo hoy ocupada por dos horas y media la Iglesia San Francisco, en pleno centro de Santiago, para protestar por la violencia durante las últimas manifestaciones sociales.
Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, explicó que la ocupación obedeció a "lo que fue el compromiso de la Iglesia Católica en defensa de la vida y al lado de las víctimas de quienes vivían la represión", durante el régimen militar.
Añadió que el objetivo fue "denunciar la permanente represión que se vive hoy día en el país, y pedir a la Iglesia que ampare y proteja a todos aquellos que están siendo nuevamente perseguidos".
"Exigimos al gobierno el término de la represión. El Ministerio del Interior debe terminar de avalar la represión, la cultura represiva y de muerte que se está instalando en el país", agregó.
"Con profundo dolor vemos como carabineros reprimen gente, y la autoridad política, encabezada por el ministerio del Interior justifica y respalda de manera permanente la represión que se ha instalado en el país,” dijo Pizarro.
Entre los casos citaron la muerte del estudiante mapuche Matías Catrileo, ocurrida el 22 de enero de este año, a la que se suman allanamientos a comunidades mapuches y lesiones a estudiantes y periodistas.
Hasta el lugar llegó el presidente de la Confederación de Trabajadores Contratistas del Cobre, Cristián Cuevas, que entregó su apoyo a las organizaciones de derechos humanos.
"Acá hay una política que tiende a reprimir a los movimientos sociales y políticos cada vez que los trabajadores se manifiestan, por lo mismo entregamos nuestra solidaridad y respaldo a esta acción. Esta lucha recién comienza,” precisó Cuevas.
La ocupación concluyó luego de que se presentó en el lugar el ex vicario de la Pastoral de los Trabajadores, monseñor Alfonso Baeza, quien se comprometió a gestionar una entrevista con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic.