CONTRIBUYAMOS CON ESTE ACTO DE HUMANIDAD ANTES QUE SEA TARDE

En Santiago de Chile, en la acera norte de la avenida Alameda, entre las calles Amunátegui y San Martín, se encuentra Enrique Pérez Farreny, ciudadano español de 76 años que pernocta a la intemperie ya hace más de seis meses en dicho lugar. Este entrañable anciano cuenta que está en ayuno permanente, bebiendo sólo líquidos, hace un ya varias semanas como forma de denuncia silenciosa debido a que, desde más de 11 años ha intentado infructuosamente que el gobierno español le otorgue su jubilación hispano-brasileña que le corresponde por los años trabajados en ambos países. El argumento para no hacerlo, según nos comentó, es que el estado español no ha recibido los documentos pertinentes del gobierno brasileño (documentos que exhibe a diario en el muro aledaño a sus cobijas) Este hombre padece glaucoma y no recibe medicación. Empeñado en su objetivo, si acepta alimentos es sólo para dárselos a otros indigentes del sector. Debilitado y demacrado como está cuenta su tragedia a quien muestre interés por su situación. Su tenacidad le tiene al borde de la muerte. Respondiendo a correos que han enviado transeúntes que le conocen, el consulado español en Chile contesta que le ha ofrecido repatriarle ofreciéndole estadía en un hogar de ancianos en su país. Don Enrique, persistiendo en su lucha que el considera un “derecho inalienable”, ha rechazado estos ofrecimientos y ha decidido “esperar la muerte tranquilo y en paz” quienes vemos, el lamentable estado de salud y debilidad en que se encuentra nos estremece profundamente y clamamos, a todos aquellos a quienes conmueva el drama de este anciano, interceder enviando esta petición a las entidades pertinentes. Contamos con tu solidaridad y esperemos que no sea demasiado tarde.