PULSO SINDICAL DEL 11 AL 18 DE FEBRERO DE 2009

12 trabajadores perdieron la vida al estrellarse el helicóptero que los trasportaba a combatir un incendio forestal en la Séptima Región. Son héroes anónimos de la clase que se suman a esa larga lista de trabajadores que, ya sea cumpliendo con su deber profesional o luchando por sus justos derechos, pierden la vida en desgraciados accidentes. Esta desgracia pone de manifiesto la forma en que muchos compatriotas se ganan la vida y de eso casi no habla la prensa, no es para ellos el problema principal. Que el oficial de la FACH a quien la presidenta acompañó en su sepelio, ganaba muy poco y por eso estaba en ese trabajo, que los vándalos que provocan los incendios, etc. ¿Y que escriben de los sueldos de hambre que gana un brigadista, y de las condiciones en que quedaran las esposas y compañeras de los fallecidos?. ¿Habrá una preocupación especial del Estado. Entregará becas a los hijos y pensiones a las viudas?. ¿ Se fiscalizará como corresponde las faenas y el cumplimiento total de las normas de seguridad industrial, si había alimentación adecuada y lugares dignos donde pernoctar?. En buenas cuentas, queremos saber si se cumplía o no con la legislación laboral. De eso queremos que hablen y no que nos llenen la cabeza con cuentos, ni que pasen por la tele tantas imágenes con música fúnebre. Con respeto pero con firmeza debemos decir que no nos interesa saber de ceremonias ecuménicas ni consuelos de curas o pastores, que nos da igual si van autoridades a poner para las cámaras sus rostros compungidos. Queremos protección para las familias de las victimas, más dignificación para las labores obreras, sueldos dignos, cumplimiento irrestricto de la legislación. De no ser así, seguiremos poniendo la mayoría de las victimas en este tipo de tragedias como sucede continuamente, por ejemplo, con los trabajadores de la construcción. ¿Y cuanta es la preocupación que se demuestra por ellos?. La mayoría de las veces el accidente fue provocado por condiciones inseguras o exigencias desmedidas de la patronal. Claro, a nadie le ponen una pistola en el pecho para que trabaje en tal o cual labor, pero y si no lo hacen ¿quien lleva el sustento al hogar?. Cientos de pirquineros y mineros, trabajadores de las salmoneras y de otros oficios pagan con su vida el querer dar una vida mas digna a los suyos. Están muriendo choferes y auxiliares en las carreteras y muchas veces hay detrás de esos accidentes, que cuestan además varias vidas humanas, jornadas extenuantes, deficiente descanso y alimentación. Pero ¿es acaso esa la principal preocupación de las autoridades?. No, En este Chile, no somos todos iguales. Junto con esperar una recuperación de la hija del matrimonio Velasco Saavedra, no puedo menos que expresar mi desazón al constatar como el tratamiento que reciben la mayoría de estos hechos esta vinculado a la condición social de los afectados. Helicópteros y policías cumpliendo con el deber de hacer optima la atención a un caso humano terrible. ¿Pero es el mismo trato que reciben todos los casos que se suceden de forma parecida?. Lamentablemente No. Un obrero llevó a su hija de meses una madrugada al hospital, presentaba ahogos y le costaba respirar. No la atendieron por que no era un hospital para niños. El no tenía dinero para un taxi, no había ambulancias ni policías que lo ayudaran. Subió con su mujer a un camión que aceptó llevarlos. Cuando llegó al hospital Exequiel González Cortés solo pudo constatar la muerte de su hija. Murió en sus brazos. Era mi hermana menor. Como antes los pobres son los que siguen sufriendo.
MANUEL AHUMADA LILLO Presidente. CGT MOSICAM