Parecía que todo Lebu estaba de duelo, había mucha tranquilidad y respeto en sus habitantes que se congregaron unitariamente a despedir los restos de Nelson Aravena Loayza “Tucapel” con su identidad tantas veces negados que ahora estaban de regreso en su tierra natal para ser honrado y despedido por su pueblo que lo vio nacer y militar en las filas revolucionarias del MIR de antaño.
Militantes del PS, del PC, de
Su muerte había sido negada tantas veces y repetida otras más, pero Nelson estaba allí con su clase y con su pueblo y con sus compañeros de la base militante Nelson vivía en la memoria, Nelson había triunfado y ahora se quedaba junto a los suyos. Nelson había vencido a una de las herencias más siniestras que nos dejó la dictadura: levantar falsos testimonios y mentir para justificar las atrocidades de sus agentes y proteger de toda sospecha a sus encubiertos. Los mismos que participaron como entregadores para los montajes de otras tantas trampas presentados como falsos enfrentamientos. Nelson salía victorioso a pesar de que se ocultara por años que había sido el jefe de la primera columna guerrillera que entró a los altos de Neltume, era la columna de avanzada que el Logístico que les pusieron los había entregado a los Boinas Negras y se quedaron esa vez con un revés.
Recuerdo que reconstruyendo la historia de nuestra Jane Vanini Capozzi muerta en combate en Lorenzo Arenas de Concepción, un día con nuestro compañero Nelson González llegamos a visitar una familia de Chiguayante que tuvo en su casa a Nelson Araneda “Tucapel”, a la propia compañera Jane Vanini “Grabiela”, a Eulogio Fritz “El duro Pablo” de Lota y a José Carrasco “Pepone” quienes entonces formaban la dirección del Regional clandestino reconstituido en Concepción por orden personal de Miguel Enríquez desde inicios del año 1974. Esta familia de un trabajador de Huachipato, nos contaban que ese año sentían que la represión andaba detrás de ellos. Por encargo del compañero Eulogio Fritz, Nelson Araneda había permanecido en su casa. Un día vieron que personas extrañas rondaban por el sector y Nelson debió hacer abandono de su casa a pié por los cerros de Chiguayante en dirección hacia estas tierras para evitar caer en las garras de los agentes del estado. Esa vez nos enteramos que Nelson había sido uno de los miembros de la dirección de ese Regional clandestino de 1974.
Hoy 7 de Noviembre del año 2009 despedimos y rendimos un Tributo de Honor a nuestro camarada y hermano de lucha Nelson Araneda Loayza. Cada vez que estamos en ésta situación recordamos a José Martí que sostenía con razón que HONRAR HONRA. Y nosotros los miristas que hoy aquí honramos la memoria de Nelson Araneda Loayza nos sentimos también honrados de haberlo tenido en nuestras filas, de haberlo tenido como compañero como militante revolucionario verdadero. Honrados de haber militado con un hombre de su talla a quien los guerrilleros de Neltume y de Nahuelbuta conocieron como “Tucapel”, El Tuca, un jefe y guía de esa experiencia imborrable de la historia de nuestro pueblo.
Comparto estas fotos para recordar que nunca estuvo solo ni olvidado, que su sangre derramada contra la tiranía no ha sido en vano y que dejará por siempre de ser el NN que otros querían. Ahora en memorial del cementerio de Lebu tendrá un lugar donde recibió esta despedida unitaria y tendrá un lugar de reposo como su camarada de guerrilla Luis Pantaleón Pincheira y su enlace de comunicaciones Jaime Cuevas y de Juan Ramón Soto Cerda militante del PS a quien agregaron ese día siniestro del montaje de las Vizcachas.
Compañero Nelson Araneda Loayza hasta la victoria siempre.
Chacha