Afirmo, señor ministro,
que se murió la verdad.
Hoy día se jura en falso
por puro gusto, no más.
Engañan al inocente
sin ni una necesidad,
.....y arriba la libertad.!!!
(Yo canto a la diferencia. Violeta Parra)
Previo al terremoto de Chile vivimos nuestro propio terremoto, el derrumbe de parte del túnel del edificio de nuestro emblemático Liceo de Aplicación; las autoridades de ese momento, ante los hechos graves de infraestructura, nos ofrecieron resolver el problema con un “hermoso” proyecto arquitectónico, invitándonos, además, a elaborar, como comunidad, un proyecto educativo que reflejara el ideal de estudiante que entregaríamos al país.
Dentro de ese marco, nos ilusionamos y trabajamos; nos mantuvieron con promesas y explicaciones de trámites burocráticos que iban aplacando malestares propios de la larga espera; largos 20 meses han pasado, en los cuales plazos y compromisos se han ido diluyendo entre trámites y oficinas; del proyecto original, que ascendía a los 11 mil millones de pesos, y que nos aseguraba el edificio que el liceo merecía -después de tantos años de resultados satisfactorios y escaso compromiso del sostenedor en su mantenimiento- poco sobrevivió. Nos prometieron, nos convencieron y nos ilusionaron, hoy sabemos que sólo fue para esperar que sobreviniera el cansancio y que bajáramos los brazos.
Después de buscar respuestas reales y concretas chocamos con la dura realidad, el terremoto ha servido para justificar la inoperancia; si un estudiante no realiza bien su tarea, se refleja en la evaluación, cuando un profesor no obtiene los resultados óptimos recibe el escarnio ante la opinión pública (aún cuando nadie evalúe las condiciones en que trabaja), entonces, Sr. alcalde, Sr. ministro, cuando son las autoridades las que no cumplen con los compromisos, la situación bien merece ser conocida por todos, que sea Chile quién evalúe…
Acá estamos hoy, informando a todo el país que estas autoridades, no han tenido ninguna intensión de cumplir, que estas autoridades se amparan en leyes que perpetúan y refuerzan la muerte de
Hoy, un fenómeno accidental como un terremoto, nos pone al final en la fila de espera, si hasta sonamos como “irresponsables e indolentes ante el sufrimiento de tantos”, nadie sabe que las autoridades jugaron con nuestra confianza, que se burlaron de nuestra necesidad, que festinaron con nuestro trabajo y sueños, hoy ya dos generaciones se han despedido de su colegio desde la vereda de enfrente, y hay dos generaciones mas que nunca han corrido por sus patios ni han entonado el “hurra muchacho”, y cientos que al pasar por fuera de este edificio deben contener la emoción al ver el abandono y el daño que la burocracia ha causado.
Nos han dicho que no están los dineros, que lo que antes era un compromiso hoy no es mas que un gran malentendido, que jamás un proyecto asegura antes lo que se invertirá, que somos inconcientes en tamaña petición, más aún cuando todo Chile hace esfuerzos por sobrellevar este mal momento. Amigos, hoy estamos acá para enrostrar las ineptitudes, estamos acá para denunciar los incumplimientos, para decir que no cejaremos en nuestra demanda, estamos acá para que el olvido no nos venza, porque lo que pedimos es lo que merecemos; porque tenemos pruebas y resultados (esas que ellos nos ponen y que avalan la legitimidad del petitorio); porque le hemos dado a Chile muchas generaciones de hombres comprometidos con el amor por la humanidad, porque en cada rincón del país (o muy lejos, repartido por el mundo) hay siempre un Canario que creció en estos patios; hoy mas que nunca, seamos realistas, pidamos lo imposible. Liceo de Aplicación en una sola etapa Ahora.
CONSEJO ESCOLAR AMPLIADO LICEO DE APLICACIÒN
Santiago, Otoño de 2010.