Por: Victoria Lozano
Este jueves ocho de julio se reunió en las calles céntricas de la capital un interesante número de personas protestando por las alzas del Transantiago.
La convocatoria hacia las manifestaciones ciudadanas por los asuntos que afectan a la gran mayoría es en general muy baja, desproporcional a la cantidad de personas descontentas por las decisiones que toman quienes tienen poder y que intervienen la vida cotidiana de un pueblo que vive mayoritariamente en condiciones muy indignas.
Basta con subirse a la micro para notar el desagrado de las personas, la incomodidad del transporte, las filas en los paraderos que no se acaban y ahora el precio del pasaje que aumenta. Mientras los sueldos suben menos de ocho mil pesos.
El proceso de volcarse a las calles, de organizarse y decidir decir basta a los abusos del sistema ha sido lento, pero ¿cómo no? si el flagelo de la dictadura, el sistema neoliberal y la represión por parte de las instituciones en gobiernos concertacionistas, fue brutal.
Cuesta, es un proceso, pero de a poco va sumándose la gente. Así, la tarde del jueves, convocados por
Para más información sobre las siguientes movilizaciones: http://usuariostransantiago.blogspot.com