Por: Lucía Sepúlveda Ruiz/Punto Final
20 septiembre 2010.
El arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati intervendrá como mediador entre los mapuche en huelga de hambre contra la ley antiterrorista y el gobierno, según anunció el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter en el inicio de la semana clave de los festejos del bicentenario. “Nada que celebrar”, advertían desde hace un año los mapuche, pero la consigna se encarnó en 34 comuneros mapuche –dos de ellos menores- en estado crítico en cárceles y hospitales de Concepción, Temuco, Lebu, Angol y Valdivia. El gobierno presentó a Ezzati a 64 días del inicio de la huelga de hambre y a horas del ofrecimiento del argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nóbel de
Hace ya semanas los huelguistas habían solicitado a Monseñor Ezzati su intervención pero la vocera Natividad Llanquileo mantiene la cautela. Están en marcha ayunos solidarios masivos en
Desde Argentina llegó una delegación de “Pueblos Originarios” junto a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, y Osvaldo Bayer, a apoyar las demandas mapuche. Diputados del Parlamento europeo demandaron al gobierno de Chile ”no aplicar el sistema de los dobles juicios simultáneos ante tribunales civiles y militares, y por lo tanto no aplicar la llamada Ley Antiterrorista a los Mapuches detenidos en actos de protesta social; y reformar a fondo el Código de Justicia Militar”. Todo apunta a empujar al gobierno a la mesa de diálogo ya concordada entre los presidentes del Senado y
Según las voceras María Tralcal, y Natividad Llanquileo, los comuneros mantienen firme su decisión de lucha en todos los penales y se mantienen estables dentro de la debilidad propia de más de 65 días en huelga de hambre. Pero en Angol dos comuneros, Felipe Huenchullan y Fernando Millacheo, permanecen en el Hospital de Victoria en delicado estado de salud. En Valdivia el estudiante mapuche Andrés Coña ha recibido visitas solidarias de los Lonko Francisco Huichaman Tripayante, y Efrain Cheuquefilo Paillalef de esa zona. En la cárcel de menores de Cholchol, los adolescentes Luis Marileo Cariqueo y José Ñirripil Pérez reportan que a 12 días de huelga de hambre su peso ha disminuido entre 6 y 7 kilos, “y según informes médicos, pérdida de masa muscular y principios de arritmia cardiaca, por lo mismo en cualquier momento seremos trasladados a centros médicos”.
El despertar de la solidaridad ciudadana, la resonancia de la huelga a nivel internacional y en organismos de derechos humanos, las manifestaciones en capitales de países de Europa y América Latina en apoyo a las demandas de los huelguistas finalmente rompieron el prolongado cerco informativo sobre la huelga de hambre. Una masiva movilización llevaron a cabo los historiadores desde el Archivo Nacional en Santiago, “para detener el accionar represivo del Estado en el sur de Chile y reconocer el legítimo derecho de los pueblos originarios a la restitución de sus tierras usurpadas y a su autonomía social y política”. Cientistas sociales y académicos de cuatro universidades del sur de Chile plantearon que “una situación histórica tan compleja…no puede intentar resolverse por medio del uso de instrumentos jurídicos como la ley antiterrorista, que no son adecuadas ni para la sociedad chilena ni para las demandas de los pueblos indígenas”. Asimismo se constituyó en Santiago un Frente Amplio de Apoyo a la huelga con intelectuales, estudiantes y artistas. Frente a las distintas cárceles los familiares han levantado campamentos o ramadas y realizan rogativas.
Ello en vistas que el Presidente se negaba al diálogo pese a la petición formal de
NO AL AGENTE ENCUBIERTO
Desde la cárcel de Temuco, los 13 huelguistas rechazaron en declaración pública el proyecto que se votaría en el Congreso, en respuesta a “la presión de la derecha económica para fortalecer al estado policial en contra de los movimientos sociales, y en especial … del movimiento mapuche.” Consideran que las propuestas de mantener a los testigos sin rostro e incorporar la figura del “agente encubierto” legalizarán la infiltración en las comunidades mapuche y sus organizaciones. Resaltan que el concepto de incendio terrorista se mantiene. Agregan que “cualquier acto que hagamos dentro del marco de nuestra lucha es calificado de terrorista, así, nuestra huelga también debería serlo, pues según el artículo 1 de esta ley, sería ‘un delito cometido para arrancar resoluciones a la autoridad, e imponerle exigencias”.
Rodrigo Curipan, vocero de los 10 huelguistas de la cárcel de Angol señala: “Estamos disgustados porque nosotros pusimos el tema de la ley antiterrorista y sin embargo el gobierno pretende modificar la ley y una vez más, no podemos opinar nada. A nosotros nadie nos ha comunicado formalmente cuáles son los cambios que se harían.”
Los familiares de los presos políticos de Concepción declararon que “el gobierno ha desviado la atención de las demandas centrales de la huelga de hambre: la no aplicación de la ley antiterrorista y la justicia militar” y repudiaron el fallo de
CORTE CONTRA EL DEBIDO PROCESO
Cumplidos ya más de dos meses de huelga, los procesos judiciales se encuentran postergados ya que en Temuco, el comunero Pedro Cheuque se desmayó en plena audiencia y debió ser hospitalizado.
Testigo made in puente Lanalhue
Los hechos de tortura en que un menor fue colgado de un puente para obligarlo a atestiguar, fueron denunciados ante
El y su hermano José Viluñir Cabul figuran como testigos protegidos en el proceso contra Eduardo César Painemil Peña (27 años) del sector Huentelolén, Cañete. Painemil es uno de los 3 mapuche en huelga de hambre en la cárcel de Lebu, acusado de 3 incendios “terroristas” y de asociación ilícita “terrorista”. El fiscal pide para él más de 20 años de prisión. Viluñir implicó también a los comuneros Marco Millanao, en huelga de hambre en Temuco (70 años de prisión); y a Juan Carlos Millanao y Simón Millas.
En la declaración jurada, Rodrigo Viluñir señala que los hechos ocurrieron el mediodía del corte de ruta del camino Cañete-Tirúa, en mayo de 2009. Lo detuvieron y lo subieron en una camioneta roja, y a su padre en una blanca. En el puente Lanalhue, lo bajaron dos policías “y me colgaron de los brazos desde el puente, me apuntaron con una escopeta y me decían “dime la verdad o te vamos a matar conchetumadre. Después de un rato que me tenían colgado desde el puente, yo me puse a llorar y me subieron. De nuevo me apuntaron con la escopeta y me dijeron que dijera la verdad de lo que yo sabía y yo les dije que no sabía nada. ”
Fue llevado posteriormente a la comisaría de Cañete donde dio su nombre, y otra persona también lo amenazó. Agrega: “yo les contesté que no sabía nada y me dijeron ‘invéntate una huevá conchetumadre”. También le preguntaban si tenían armas. Alrededor de las 9 de la noche le pusieron una hoja que firmó sin leer. Luego se reunió con su padre y tomaron la última micro a Tirúa. Declara que vio al fiscal (Andrés Cruz) dos veces, la primera vez cuando “ratifiqué la primera declaración sin leerla y la segunda, hace un mes atrás en Talcahuano.” El fiscal le dijo que tenía que firmar porque si no lo hacía, se iba a ir preso y otros iban a salir libres.
La declaración jurada concluye: “Cuento esto a la directiva de mi comunidad Caupolicán porque quiero que se sepa la verdad de lo que pasa y porque confío en ellos para hacer las cosas bien. En esta ocasión mi papá don Jose Viluñir Millapi no me acompaña debido a que se encuentra internado en el hospital de Cañete en delicado estado de salud. Junto con mi hermano José nos acercamos a la directiva de la comunidad de manera voluntaria.” Firman la declaración Patricio Cona Millanao presidente de la comunidad Caupolicán; David Claudio Santi, secretario; José Sebastián Santi Cona, Tesorero; y Agustin Santi Millapi, consejero.
La directiva de
Concluye la declaración jurada afirmando “quiero que me ayuden a salir de esto y que se sepa la verdad.”
UN SUICIDIO EN PUERTO CHOQUE
Richard Ñegüey, el más joven de los procesados en Cañete por ley antiterrorista, de 19 años, se ahorcó el mes pasado, sólo tres días después de la apertura del juicio oral en que estaba imputado, al igual que su padre. Había permanecido largos meses en
La ley antiterrorista permite utilizar como prueba válida las declaraciones de testigos protegidos, cuya identidad es desconocida por la defensa junto a las declaraciones, sólo reveladas al inicio del juicio, obstaculizando el debido proceso. La huelga de hambre demanda la no aplicación de esta ley antiterrorista por delitos contra la propiedad, relacionados con la recuperación de tierras ancestrales.