¿LOS ÚLTIMOS CNI EN LA PDI?

Fuente: El Mostrador

El 3 de diciembre pasado, los detectives de la Brigada de Derechos Humanos, se trasladaron hasta el club de campo de Investigaciones ubicado en La Florida. A las 10:00, el inspector Guido Mora y el comisario Ángel Lazcano, iniciaron el interrogatorio a Hugo Guzmán, el administrador del lugar por un caso de tortura que sustancia el ministro Joaquín Billard.

Guzmán está condenado en calidad de cómplice de homicidio en la persona de la frentista Patricia Quiroz Nilo, en la llamada Operación Albania (conocida también como la matanza del “Corpus Christi”), procedimiento de la CNI donde murieron -previo montaje- otras once personas, ocurrido en junio de 1987.

El ex policía, quien recibió una condena de 541 días, ya que le asistían atenuantes, fue contratado en julio de este año por el jefe nacional de Bienestar, prefecto inspector Jorge Caradeux Franulic. Este último confirmó la información a El Mostrador y explicó que lo hizo porque “trabajé hace años con él en mantenimiento de vehículos”.

“Lo conozco hace muchos, porque somos de la misma promoción. Lo conozco por su forma de ser, por su corrección, un tipo realmente que cumplía los requisitos para labores administrativas”.

Inquirido respecto al rol que le correspondió a Guzmán en la Operación Albania, Caradeux dijo que “él estuvo en el lugar equivocado y cumplía una función, no más”. Asimismo indicó que la contratación la hizo dentro de sus facultades y no informó a la superioridad.

El jefe directo de Caradeux es el prefecto general José Cabión, quien fue jefe de la Brigada de Derechos Humanos, y uno de los hombres de confianza del ex ministro Juan Guzmán, quien investigó casos como la Caravana de la Muerte y de prisioneros lanzados al mar y que hoy figuran como detenidos desaparecidos. De hecho, cuando este diario consultó sobre la contratación de Guzmán, Caradeux, tuvo que informarle a su superior. Queda claro entonces que el mando carecía de estos datos.

La llamada “Operación Albania”, ejecutada por la CNI en junio de 1987, fue la continuación de una persecución al FPMR, luego del atentado en contra de Augusto Pinochet un año antes.

Junto a Hugo Guzmán, fueron condenados varios agentes. Pero sin duda las sanciones más importantes fueron para el entonces director de la CNI, Hugo Salas Wenzel, quien cumple presidio perpetuo en el penal de Punta Peuco. En tanto el jefe operativo, el mayor (r) Álvaro Corbalán, fue condenado a 20 años.

EL PULGARCITO

Guzmán no es el único en la PDI. Otro ex CNI es el actual prefecto Héctor Silva, cuya chapa era “pulgarcito”. Este último fue mencionado por un ex agente, Víctor Muñoz Orellada, (identidad operativa Jaime Marinovic Palma y conocido como “el cordillera”), como uno de los “interrogadores” de la Brigada Azul que combatió al MIR, en una causa por torturas que investiga el ministro Joaquín Billard.

Si bien Silva nunca ha sido procesado ni condenado en alguna causa por violaciones de Derechos Humanos, es altamente probable que en este proceso sea citado a declarar y eventualmente careado con otros ex agentes. Asimismo, si participaba de los interrogatorios, podría verse en problemas si es que los denunciantes lo reconocen como autor de los apremios.

De acuerdo a un reportaje publicado por el diario La Nación en 2008, Silva fue el encargado del registro de huellas dactilares de la CNI y también fue citado a declarar en la Operación Albania y en otras causas.

En su favor, argumentó que en los 90, trabajando en la Brigada de Homicidios, indagó por orden del mismo Juica el llamado caso degollados, relativo al homicidio de cuatro militantes comunistas por parte de agentes de la DICOMCAR. Además, manifestó que trabajó en otras causas similares, ya que fue agregado a varios ministros de Corte.

Este medio consultó a Silva, quien confirmó su pasó por dicho servicio. Sin embargo, rechazó haber pertenecido a la Brigada Azul y haber sido un interrogador.

Aseguró que fue encuadrado en la CNI desde 1986 hasta 1989, en calidad de ayudante del perito de huellas.

En esa calidad, explicó, le correspondió trabajar en el sitio del suceso de la Operación Albania en 1987 para identificar a los muertos.

Silva confirmó que declaró en dos oportunidades en este mismo proceso, pero en calidad de testigo ante dos ministros: Hugo Dolmestch y Milton Juica, actuales integrantes de la Corte Suprema.

En este sentido, apuntó, que nunca ha tenido responsabilidad penal y que el cargo que ocupa actualmente lo ganó por méritos y haber pasado y aprobado el curso en la Academia Policial.