Estimado Luis Mariano, no quiero comenzar esta interpelación, y quizá conversación, rebajándola de inmediato pero considero ineludible recurrir a las vulgares cifras para que quede de inmediato de qué se está hablando.
La manifestación del pasado 20 de mayo en Santiago tuvo una asistencia, según cálculos conservadores, de 50.000 personas. Duró casi tres horas y la marcha recorrió más de veinte cuadras. Según Carabineros sólo 300, de estas 50.000, protagonizó desórdenes, y sólo cinco cometieron un delito de sangre (golpiza a carabinero).
Conociendo cómo funciona nuestra policía uniformada, y nuestra prensa que junto a ellos actúan como un sólido bloque, es plausible sostener que fueron más los asistentes de lo que se consigna y menos de 300 los que realizaron disturbios. Esto lo digo por la histérica manera de calificar un desorden público de acuerdo a nuestra autoridad. Para el caso, existieron 70 detenidos, ninguno de los cuales, hasta donde sé, se lo ha acusado de algún acto de gravedad.
Pues bien, concedamos que existe una relación de 50.000 a 300 entre quienes protestan ordenadamente y quienes no y una de 50.000 a 5, es decir uno de cada diez mil, que golpea a carabineros ¿Crees que por cambiar la hora de la manifestación, el lugar o los eslóganes será posible suprimir esos actos?
Inicialmente debo decir que sobre-reaccionas, en cualquier lugar del planeta en una actividad tan multitudinaria se registrarían disturbios. Piensa sólo en los eventos deportivos o en un carnaval.
No me parece que sea motivo serio para escandalizarse, mucho menos para anunciar repentinamente un cambio de planes.
En el noticiero de medianoche de Chilevisión (última mirada) compartiste la palestra junto al alcalde de Santiago. No es necesario abundar sobre la discusión que tuviste con él puesto que el señor Zalaquet no posee las luces necesarias para un debate, menos para enfrentar un escenario no planificado por sus asesores.
Lo que dijiste fue lo que ha motivado la redacción de esta carta, la urgencia, y lo grave de la situación ha exigido que sea pública.
Me parece ofensivo, amén de falso, que llames violentistas e infiltrados a un número importante de asistentes.
Me parece autoritario y arbitrario que cambies la fecha y la hora de la manifestación de modo inconsulto, motivado en tu premisa falsa y ofensiva consignada arriba.
Me parece torpe, por decir lo menos, que encuentres un modo de quitarle el tiraje a la chimenea.
No sé a qué te refieres con “un nuevo pacto con Carabineros”.
Es muy difícil explicar todo esto desde tu buena fe: Justo en el día que invitas a un picnic al Intendente accedes a su petición, en el fondo y en la forma, y así tratas de evitar que la manifestación sea tan exitosa como lo ha sido anteriormente. ¿Quieres copiar lo que se hizo en Lo Prado el 21? si es así no serás tan bien acompañado como el viernes pasado.
Siguiendo con los guarismos, cincuenta mil personas (según cifras conservadoras) de las cuales sólo 500 estaban alrededor tuyo cuando pronunciaste tu encendido discurso, de ellas, con suerte, te escuchamos cien. Qué decir de los que supieron, y les importó, que entraras a La Moneda a entregar una carta.
Cincuenta mil personas auto-convocadas, usando su derecho innegociable, según tus propias palabras, a reunirse pacíficamente, sin armas Y SIN PERMISO PREVIO como lo prescribe la Constitución. Cuántas de ellas sabe tu nombre, cuántas de ellas saben que existes, a cuántas les importa que hicieras bien las tareas y pidieras permiso para formalizar una actividad que se realizaría de todos modos.
Lo que te quiero decir es que tú eres uno más de esos cincuenta mil, y si le llamas estar “infiltrado” al auto-convocarse quiere decir que había 49.999 infiltrados y un Luis Mariano Rendón, el único manifestante con sus papeles al día, el viernes pasado.
Además crees que eres el único competente para definir qué se manifiesta y qué no. Sin querer imponer mi interpretación me parece que acierto si digo que se protestaba contra Piñera, y más generalmente, contra el sistema, en vez que contra una empresa o proyecto en particular.
Y si algo ha derramado la represa, y justifica la común indignación, es el hecho de que las decisiones se toman a puerta cerrada, entre cuatro paredes y con los amigotes.
¿Le preguntaste a alguien antes de tomar la decisión (que madrugó a Zalaquet) de cambiar la fecha y la hora de la manifestación?
Claro que no, es un acto autoritario e inconsulto. Si quizá le preguntaste a alguien es alguno de los que te secundaba el viernes pasado, los cuales son tan poco numerosos como los, según tú, los “violentistas”.
La verdad Luis Mariano es que nadie te pidió que le pidieras permiso al profesor para marchar ordenadamente en el gimnasio, nadie. Tampoco alguien te ungió como representante de algo, salvo de tu ONG, como para que te sientas autorizado a hablar por tantas voces y corazones.
Es ofensivo, y es falso, que llames a quienes realizan actos vandálicos “violentistas”. ¿Te posicionas en la no violencia y te permites tamaño disparate? Mahatma Gandhi, sacúdete en tu cripta.
Hasta donde yo sé ni el animalista más afiebrado podría encontrarle derechos a los ventanales, a los teléfonos públicos, a los avisos publicitarios. Ni el vandalismo ni el sabotaje son actos de violencia puesto que ESTÁN DIRIGIDOS EN CONTRA DE LAS COSAS NO DE LAS PERSONAS.
No es que promuevas manifestaciones no violentas sino que lo que quieres es protestas que no molesten, en definitiva, protestas que no protestan.
No entiendo por qué quieres ir a La Moneda entonces. Y si es para quedar bien, no se me ocurre nada más que tu deseo de ir tan seguido al palacio bombardeado es porque el viernes pasado adjuntaste un currículum a la carta que ingresaste, y buscas un puesto en el gabinete de excrecencia.
Si quieres una protesta no molesta creo que el Parque O’Higgins no es el lugar indicado sino que el Vomistar Arena o la Casa Piedra ¿Por qué no fletan un chárter y se van a protestar a la Laguna San Rafael? Pueden enviar las cartas a La Moneda desde su smart phone.
Las manifestaciones han sido espontáneas, repudio que intentes formalizarlas y conducirlas. Tu conveniente cambio de fecha es un intento de secuestrar una movilización en que cada chileno tiene su corazón puesto, un modo gerencial de imponer lo burocrático por sobre el legítimo derecho a la demanda y a la protesta social.
Dices que eres un demócrata y que el derecho a reunión y a marchar en frente de La Moneda, no se negocia, y con tu mano derecha firmas para cambiar la fecha y la hora a una que sea incómoda, para que no lleguen tantos.
Hemos llegado al punto que se considera malo reunirse de noche, te estás prestando para que se imponga un estado de sitio de facto.
Es bastante extraña tu forma de concebir a la democracia y el derecho a reunión. Te creíste el cuento de que porque entregaste un papel en la Intendencia la marcha es tuya y la Alameda es tu casa, y puedes expulsar a quienes te caigan mal como si fuera tu cumpleaños.Como infiltrado repudio el autogol que le haces al movimiento, la insania que le legas como dote a este nuevo aire de la protesta social chilena. Me asquea tu promoción de una “nueva forma de protestar”, tus charchazos de payaso con el poder en que te haces el choro al tiempo que se te aconchan los meados.
¿Qué mierda es eso del nuevo trato con Carabineros? Quizá le consultaste a tres amigos lo del cambio de fecha pero no podrías culpar a nadie más que a ti mismo por dicha propuesta.
En las últimas semanas si no ha muerto alguien, manifestándose públicamente, ha sido de milagro. Carabineros golpea a todo lo que se mueve, dispara municiones lacrimógenas y de goma al cuerpo, pega con palos en la cabeza, rostro y en los lugares más sensibles del cuerpo, ingresa a los detenidos sujetados del pelo a los centros de detención. Todavía retumba en mi cabeza el disparo que le quitó la vida a Jaime Mendoza Collio propinado por un carabinero que ha sido premiado por su brutalidad, al igual que todos los casos pasados que serán futuros gracias a esos “nuevos tratos”.
¿Quiénes golpearon al Paco eran psicópatas? ¿O es la cosecha de odio que han sembrado? En qué país, en qué planeta vives que te resistes a comprender lo ocurrido y lo puedes juzgar todo desde una moral tan abstracta como hipócrita.
Camila Vallejo, presidenta de la Fech, institución en que participaste en otros tiempos, dijo que comprendía la frustración de quienes realizaban desmanes. Tú no, con todos los años de circo pisas el palito de inmediato y quiebras la unidad tachando de lumpen a los que no se compran tu farsa de manifestación de papel maché. Hiciste el soberano ridículo visitando al Paco lesionado al comprobar, in situ, que es un fascista pinochetista y como tal, no discrimina como tú: para él tu eres igual que el esqueiter y en la posición inversa te revienta la cara a lumazos.
Demasiado conservador tu progresismo, conformista tu inconformismo, complaciente tu protesta, autoritaria tu democracia, elitista tu ciudadanismo, obsecuente tu resistencia, acomodaticia tu figuración, oportunista tu oportunidad. Violento es tu pacifismo y exasperantemente dogmática y formalista la nueva forma de hacer política que practicas.
Atentamente,
Ariel Zúñiga Núñez.