Hace ya más de 30 años en la capital de Noruega, Adolfo Pérez Esquivel recibía el Premio Nobel de la Paz por su denuncia contra la dictadura que asolaba a su patria, Argentina, aunque también al resto de tiranías que sacudían el suelo Latinoamericano. En aquella oportunidad el escultor y arquitecto bonaerense recibía el reconocimiento en nombre “de los pueblos que reclaman libertad y justicia para todos”.
Por eso hoy Pérez Esquivel se suma a la demanda de libertad de los cuatro mapuche condenados a 25 y 20 años de cárcel por un tribunal que ha sido cuestionado no sólo por los procesados, sino también por destacadas personalidades del movimiento de los derechos humanos y parlamentarios.
Luego de un periplo que lo llevó por varias naciones Latinoamericanas, Pérez Esquivel critica este juicio del Tribunal de Cañete, y recuerda que en una conversación en Quito el presidente chileno, Sebastián Piñera, le aseguró que no se aplicaría la ley antiterrorista contra los mapuches encarcelados. Y aunque el Nobel reconoce que esta figura jurídica no fue utilizada en las condenas, fue el tratamiento del caso bajo esta premisa la que los dejó en prisión.
“Yo recuerdo haber hablado con el Presidente Piñera en Quito, Ecuador y dijo que no iban a ser juzgados por la Ley Antiterrorista, evidentemente les están aplicando la misma ley disfrazada, están reclamando el derecho de sus tierras contemplado en la convención de la OIT en la Declaración Universal de los Pueblos Originarios y el Estado chileno tiene la responsabilidad de respetar el derecho de los pueblos originarios, porque de lo contrario no están viviendo una democracia, y democracia significa derecho e igualdad para todos, y lamentablemente ese derecho e igualdad para todos por lo visto no rige para el pueblo Mapuche”, afirmó el Nobel.
Adolfo Pérez Esquivel agrega que está en manos del gobierno de Sebastián Piñera terminar con esta situación y restituir los derechos que han sido violentados en este caso, especialmente cuando se trata de uno básico como es el que tienen los pueblos originarios a la tierra.
“Lo que yo estoy pidiendo al gobierno chileno es que levante esa penalización y se les otorgue el derecho que todo ciudadano chileno tiene y lo contempla la Constitución. No es posible que se les castigue y se les quiera aplicar la Ley Antiterrorista a los comuneros Mapuche. Tienen derecho a la tierra, a su identidad, a su cultura, a sus valores, y esto está atentando contra el derecho de los pueblos originarios. Pedirle al Presidente Piñera, que si bien Antiterrorista fue por la Concertación que son los más progresistas, pero lamentablemente en esto no lo son. No lo hizo la Presidenta Bachelet, ni quienes le antecedieron. Reclamarle el derecho de los pueblos originarios, porque no es posible que se les quite las tierras, además los penalicen como si fuesen delincuentes y terroristas. Esto es totalmente inmoral e injusto”, indicó
Pérez Esquivel aprovechó también de referirse a la posibilidad de anular el juicio como solicitó la defensa de los mapuche encarcelados a la Corte Suprema, determinación que se dará a conocer el viernes 3 de junio.
“Lo único que yo le pido a la corte es que sean justos. Reclamar el derecho a las tierra no significa ser delincuentes, tienen todo el derecho de reclamar los territorios, porque si no están cometiendo un genocidio contra los pueblos originarios, que lamentablemente se está viendo en muchos países latinoamericanos. Reclamarle el derecho de los pueblos originarios a la Corte Suprema y que actúe con justicia, con equidad y con responsabilidad histórica”, señaló Pérez Esquivel.
Y aunque el Nobel de la Paz reconoce un momento complejo en América Latina en el respeto de los Estados a los derechos de los pueblos originarios, sí se nota un avance que también ayudará a revertir este juicio que dejó a Héctor Llaitul, Jonathan Huillical, Ramón Llanquileo y José Huenuche en la cárcel, protagonizando además una segunda y extensa huelga de hambre.
“Enviarle toda la solidaridad, todo el apoyo y desearle mucha fuerza y mucha esperanza. Estamos en un camino en América Latina para cambiar estas situaciones de injusticia y comenzar a revertir la grave situación que están viviendo los pueblos originarios. Les envió un fuerte abrazo, mucha fuerza y mucha esperanza”, finalizó el Premio Nobel de la Paz trasandino.