Funcionarios del conocido café Starbucks continúan una paralización que se arrastra por veinte días, sumado a la huelga de hambre iniciada por la directiva del sindicato desde el pasado domingo. El petitorio establece cuatro puntos que guardan relación con mejoras salariales y otras condiciones que la empresa establece para sus funcionarios.
La empresa multinacional Starbucks se ha visto afectada en Chile, donde los dirigentes del sindicato de trabajadores comenzaron una huelga de hambre desde el pasado domingo. Luego de 19 días sin resultado en su movilización, los huelguistas radicalizaron posiciones y se instalaron con una carpa frente al principal local de la cafetera, en Las Condes.
Las principales demandas del sindicato, que agrupa al 30% del personal de Starbucks, guardan relación con mejoras salariales ajustadas al IPC, además de bonos de transporte y que la empresa asuma los costos del uniforme de trabajo, el que hoy es entregado a los funcionarios como gratificación según cumplimiento de contrato.
El presidente del sindicato, Andrés Giordano, recalcó que el petitorio fue disminuido a cuatro puntos, sin que esto permitiese una opción de diálogo con la empresa. Ante ello, la directiva decidió iniciar una huelga de hambre a la espera de atender sus demandas.
“El tema pasa fundamentalmente porque este tipo de políticas está diseñada para funcionar en la economía norteamericana, donde el IPC es un factor que desconocen. Cuando se evalúan los desempeños se les dan aumentos que pueden ser inferior o similar al IPC, entonces buscamos una manera en que los sueldos se mantengan equilibrados constantemente, independiente de las intenciones de la empresa de continuar premiando año a año a sus trabajadores. Si quieren hacerlo, bienvenido sea, pero por lo menos mantener el equilibrio del sueldo base para quienes entraron, para quienes entrarán y las generaciones futuras”, apuntó Giordano.
Luego de una jornada de ayuno a la intemperie, en una carpa frente al local de calle Isidora Goyenechea, el dirigente señaló recibir la visita de directivos de Starbucks, sin concretar alguna reunión o intención de la empresa por atender al petitorio.
Al respecto, Marcos Kremerman, investigador de la Fundación Sol y experto en temas laborales, señaló que la empresa debe adecuar su postura ante la situación chilena, y apuntó a la gravedad de la huelga en uno de los pocos sindicatos que Starbucks tiene en el mundo.
El especialista en relaciones laborales recalcó que “hay muchas empresas que en términos corporativos hace llamar a sus trabajadores como colaboradores, aliados o partners, pero eso es una imagen que se ve en la memoria de la empresa, o en la relación con sus clientes, pero quienes no se ven beneficiados son sus trabajadores. La situación de Starbucks es preocupante, son capitales extranjeros que debieran dar el ejemplo, pero si los trabajadores han llegado hasta esta instancia, y el valor de una taza de café es mayor a una hora de trabajo, es porque algo pasa”.
Starbucks informó en un comunicado que aceptan el derecho a sindicalización de sus funcionarios, aun cuando ofrecen distintas alternativas de asistencia laboral. La empresa señaló que la paralización no afecta el funcionamiento de sus 31 locales en Chile, y que entienden la movilización como decisión de un porcentaje minoritario del personal.
El petitorio de los cerca de 200 trabajadores movilizados, más los tres dirigentes en huelga de hambre, contempla un alza de salarios de acuerdo al IPC, bonos de transporte y colación, además de dejar los costos de uniforme y seguridad en manos de la empresa.