“Funaremos a cada asesino, que hoy tranquilo riega su jardín, mientras conversa con el vecino”.
Una vez más estamos aquí, de cara a todos, para denunciar pública y abiertamente a otro criminal de la dictadura: a Franklin Bello Calderón; uno de los muchos que mataron y torturaron, ejecutando una demente política de exterminio de chilenos y chilenas, traicionando vilmente el juramento que hicieron al recibir las armas que el país, el pueblo les entregó para defendernos.
Al ser procesado en el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago, te has limitado, Franklin Bello Calderón, a describir la bella geografía del recinto donde, con otros trabajabas; y a relatar como convertían los nombres de los detenidos vendados y golpeados, en números; números de los detenidos vendados y golpeados, en números; números que uds. Llevaron a celdas, a la tortura y a la muerte. Pero tú no olvidas que esos números respiraban, resistían indefensos, sufrían mientras ustedes los crucificaban; pero tú sabes bien, que sus ojos nunca dejarán de perseguirte.
Una vez más somos la memoria callejera de los que no están; Hoy renacen sus rostros, sus sueños, reviven sus nombres: Luis Baeza Cruces, Alfonso Carreño Díaz (¿Los recuerdas Franklin?), en esta memoria insobornable que encarnamos los que hoy estamos aquí, para contarle a todos quienes te rodean, quien eres, Franklin Bello Calderón.