A LOS QUE SE ORGANIZAN Y LUCHAN
Quien suscribe el presente saludo-convocatoria es el prisionero político Hardy Peña Trujillo, nuevamente recluido en la Cárcel de Alta Seguridad. Hago llegar a todos quienes componen este espacio de trabajo y lucha, un saludo fraterno. He querido llegar hasta vosotros con mi palabra, para plantearles de primera fuente, mi actual condición en la Prisión Política Concertacionista.
La continuidad de la razón punitiva, con su vigilancia y castigo, ha vuelto a actuar, abriendo de tal forma una punta en un proceso que se estaba cerrando, después de múltiples movilizaciones de prisioneros y entorno de apoyo.
Quizás la critica fácil apunte hacia una supuesta irresponsabilidad o error de mi parte. La autocrítica se dirige a una incorrecta evaluación del escenario y coyuntura. en todo caso, se trata de no confundir la forma con el fondo. Independientemente de de razones y circunstancias, lo cierto es que éste es también un golpe a todo lo recorrido y logrado por un amplio movimiento contra la prisión política.
En mi persona, justificada en faltas absolutamente menores, se pretende ejercitar una sanción normalizadota. Y busca que ésta opere sobre ciertos núcleos de prisioneros y activistas.
Tecnologías de poder se ejercen sobre mi y quienes han venido conformando una franja solidaria, que busca devolverme a mi incipiente, y, ahora, interrumpida libertad.
La Huelga de Hambre tuvo una finalidad de instalación de mi situación. Casi dos semanas con esta herramienta de lucha. Se abrió después espacio y tiempo para la búsqueda de una solución técnico-política. Se evaluaron plazos breves de espera a una respuesta concreta, entendiendo que la coyuntura electoral opera sobre un universo complejo de realidades. Ese plazo se está acabando, sus elecciones están a la vuelta de los días. Por tanto, a principios de la próxima semana se arriba a una solución o retomaré la huelga de Hambre, pues hasta ahora no ha habido voluntad política de parte de quienes pueden resolver este tema.
Única herramienta a mi alcance, de protesta, de presión, de sensibilización, la Huelga de Hambre está ahí, en el horizonte cercano. Y vuelvo a vosotros la mirada, a vuestro colectivo u organización, en solicitud de solidaridad y apoyo, que se hacen urgentes y necesarios. Los invito a sumarse a otros esfuerzos e iniciativas, a juntar accionar e ideas con los que se organizan y actúan.
Como dice un panfleto, sacado a propósito de esta coyuntura, la prisión política no acabó ni acabará. En realidad, para mí ha comenzado de nuevo.
NI UN DÍA MÁS EN PRISIÓN: ¡A LA CALLE!
Hardy Peña Trujillo
Jueves 12 de Enero de 2006