La ex Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz y Roberto D'Orival, miembro del colectivo 119, que recuerda a los desaparecidos de la ''Operación Colombo'' entregan su visión de lo que tendría que pasar con Londres 38. En ese ex centro de torturas funciona ahora el Instituto 0'Higginiano y estuvo a punto de ser rematado. El domingo 5 de febrero apareció un aviso en ''El Mercurio'' anunciando que Londres 38 (hoy 40), recinto donde fueron torturadas y desaparecidas varias personas en manos de la DINA, iba a ser rematado por sus dueños, el Instituto O'Higginiano. Durante la pasada semana esta noticia causó preocupación y molestia a los familiares de las distintas personas que pasaron alguna vez por dicho recinto.
Sin embargo, el temor de la venta del inmueble desapareció gracias a que la Secretaria Ejecutiva (s) del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Susana Simonetti, confirmara la imposibilidad de que la subasta se efectuara, debido a que no se han cumplido los requisitos de la ley, como el plazo de 30 días previos que tienen los martilleros para avisar al CMN. La ex presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Viviana Díaz, al conocer la noticia del remate dijo que “lo califiqué de algo inconcebible”, debido a que esperan que este recinto -que ya había sido declarado monumento histórico- pronto pudiera ser traspasado al colectivo 119, con el objeto de construir en ese lugar un museo de la memoria, no sólo para los familiares de las víctimas, sino también para los abogados y organismos de derechos de humanos.
“Era vital que esto se paralizara, felizmente se detuvo esta orden de que se rematara este edificio el 8 de marzo, porque no se le había comunicado al Consejo de Monumentos que esto iba a ser rematado”, señaló Viviana Díaz.
En tanto, Roberto D’Orival, hermano del detenido desaparecido Jorge D’Orival, indicó que cuando conoció esta información por una parte le molestó porque “el tema de la memoria en este país se ha tomado como una cosa de segundo orden, es decir, cuando hay mucha presión se preocupan. Ocurre lo que pasó con José Domingo Cañas o Villa Grimaldi, en donde dos sitios emblemáticos fueron destruidos y se constituyen en cualquier otra cosa y se pierde la historia”.
Jorge D’Orival
Por otra parte, a Roberto le surgieron nuevas esperanzas, porque “con las velatones estábamos tratando de provocar que el Instituto se fuera de ahí o que hubiera una reacción del Gobierno. Si bien ellos quieren abandonar el lugar, no lo hacen de mejor forma, porque quieren lucrar con esa casa que tanto significa para nosotros”. VELATONES Roberto D’Orival, es miembro del colectivo 119, el cual recuerda a los 119 personas que desaparecieron en el marco de la denominada Operación Colombo, pese a que su hermano no estuvo en rigor detenido en Londres 38, él, junto con los otros miembros de ese colectivo, desde hace seis meses realizan una velatón, todos los jueves, en ese lugar, con la intención de que ese inmueble se transforme en una casa de la memoria. De igual modo, agregó que han realizado diferentes actividades, como la de el 18 de diciembre pasado, día en que se montó un taller de pintura infantil. “Estas actividades tienen por objetivo convencer a la comunidad de la justicia de nuestra lucha. Sin embargo, no queremos entorpecer el funcionamiento de este barrio, sino que queremos contribuir a que este espacio se transforme en un museo o en una casa de la memoria, donde se promuevan los derechos humanos. Deseamos ganar la adhesión de los vecinos del centro de Santiago y la conciencia de los que ocupan ese recinto. Además buscamos convencer al Gobierno de que tengan un rol más decidido en el tema de la memoria histórica”. “Si se quiere que no vuelvan a ocurrir hechos como los que se registraron durante los 17 años de dictadura, es importante que se generen los espacios donde las futuras generaciones tengan conocimiento de lo que ocurrió y esto se pueda prevenir”, puntualizó.
Actitud del Instituto Según Viviana Díaz, el Instituto O'Higginiano debe considerar que “no les costó nada”, debido a que su propiedad se le traspasó durante la dictadura en forma ilegal. “Aquí debiera haber una investigación que pudiera determinar el traspaso que se hizo a este organismo, en circunstancia de que esto pertenecía al PS. En la actualidad ellos pretenden sacar dividendos de la venta de una casa que saben que se les transfirió gratuitamente, y esto no se puede aceptar”, indicó. Roberto D’Orival, en tanto, señaló que “dado que el Instituto persiste en rematar el inmueble y lucrar con eso, ellos no tienen que olvidar que el recinto no les costó ni un peso. Lo más digno es que no se tenía que haber aceptado un inmueble que tenía esa carga histórica y dolor para venerar la memoria de O’Higgins”. “Ahora están demostrando lo que son, es decir, un grupo de generales en retiro, que muchos de ellos tienen cuentas pendientes con violaciones a los derechos humanos, a los cuales el rol que han jugado en los últimos 30 años de este país no les ha hecho cambiar en nada su posición”, dijo. Al mismo tiempo, D’Orival aseguró que el general (r) Washington Carrasco tiene un montón de situaciones pendientes en materia de DDHH en la VIII Región, debido que en la isla Quiriquina, sitio que fue un centro de tortura y de muerte, “él tuvo mucha responsabilidad, y ahora intenta lucrar con un pedazo de nuestra historia y que para nosotros familiares detenidos desaparecidos tiene tanto significado”, aseveró.
EL PAPEL DE LAS AUTORIDADES Para la dirigenta de la AFDD Viviana Díaz, las autoridades deben tomar cartas en el asunto, ya que “no puede ser que este lugar que significó el desaparecimiento de muchos compatriotas, se remate cuando no podemos borrar lo que pasó. La idea es que esto se convierta en un centro de memoria, que puede mostrar a las nuevas generaciones que en pleno centro de Santiago los militares habilitaron un lugar donde reinó el terror y la muerte”. “Aquí el Estado debe tener una política de recuperación de la memoria, no puede ser que esto sólo sea una preocupación de quienes hemos luchado en la búsqueda de la verdad y la justicia y la recuperación de la memoria, sino que tiene que haber una política clara que permita que lugares como Londres 38 y otros a lo largo del país, queden para la historia. Y no se borre de un plumazo como pretenden algunos que creen que vendiendo van a suprimir lo que sucedió en Chile durante 17 años de dictadura”, enfatizó Díaz. Opinión similar tuvo D’Orival, quien dijo que “el rol más importante que debe cumplir el Estado, es que el inmueble se les quite y se restituya la memoria de nuestro país. Acá se puede hacer una expropiación y esa es una de las vías posibles y es la más digna. Un Gobierno democrático no puede doblegarse ante los intereses económicos de un general que tiene las manos manchadas de sangre y de sus camarillas que no han hecho nada por la memoria de O´Higgins”. LOS OTROS CENTROS La ex presidenta de la AFDD destacó que la casa Londres 38 en su interior no haya sufrido ninguna transformación y que aún se conserve tal cual como se entregó en 1978. “Es importante rescatar el inmueble como está, porque en otros lugares la reacción fue tardía, ya que cuando se recuperó lo que fue Villa Grimaldi, que ahora es el Parque por La Paz, se había destruido prácticamente todo. Lo mismo ocurrió con José Domingo Cañas, en donde el dueño demolió todo el lugar y en la actualidad esa casa se transformó en los estacionamientos de la juguetería Rochet". Viviana Díaz también manifestó su molestia por lo que pasó en el aeropuerto Cerrillos, producto del Portal Bicentenario, ya que desde que se cerró desaparece el hangar Cerrillos, lugar que también sirvió de sitio de detención y tortura.