A 33 años del golpe, el joven director Sebastián Moreno rinde un merecido homenaje a los fotógrafos con su documental “LA CIUDAD DE LOS FOTOGRAFOS”, cuyo pre-estreno se realizó el pasado Viernes 6 de Octubre en la Cineteca Nacional.
En este documental, quienes tuvimos la suerte de verlo, pudimos revivir estos angustiosos y trágicos hechos a través de las imágenes captadas por los lentes de un grupo de audaces fotógrafos, que en la lucha por la libertad supieron mostrar al mundo sólo con sus cámaras fotográficas como única arma lo que sucedía en este país, cuando se dejo caer la muerte, la tortura y la desaparición de compañeros.
A partir de las fotografías de aquella época, pudimos conocer el testimonio de quienes estuvimos tras el lente en esos difíciles momentos, y recordar con sentimientos encontrados esos oscuros días del asesinato del padre Jarlam, de las agresiones a transeúntes en las calles, los hornos de Lonquén, los degollados, el crimen de Rodrigo Rojas y tantos otros. Hoy, al visitar los mismos sitios vemos que muchas cosas han cambiado, pero es justo decir que este lindo homenaje también es para otros tantos luchadores anónimos que se la jugaron, quizás no con un arma en sus manos, pero a su manera y con los recursos que tenían a mano, para que este país pudiera “recuperar la democracia”.
Creo que Sebastián Moreno en su documental, mostró el poder y la fuerza que logró alcanzar el disparo del obturador de una maquina fotográfica, para frenar los abusos de los represores, dejando un testimonio histórico para el mundo.
Como un trabajador del lente, agradezco a Sebastián y a todo su equipo, que trabajó durante cinco años para recuperar lo que a este país le habían arrebatado, durante esos años que vivimos en blanco y negro de este país.
En este homenaje sería injusto dar nombres de todos mis compañeros de la AFI, sin correr el riesgo de olvidar algunos, por eso doy a todos con nostalgia las gracias por haber desenterrado a este grupo humano, que supo estar en forma anónima en la lucha por volver a la Libertad.