MACARENA FIERRO VOCERA
En esta oportunidad, como estudiantes de verano que demandamos la validez de la TNE los 365 días del año y en todo el territorio nacional al reconocer la existencia de jóvenes que en aras del desarrollo de las propias capacidades y de la aspiración de aportar a una sociedad compleja como la nuestra, deciden extender su formación a un período no considerado como parte del año escolar, lo cual nos enfrenta a una dificultad que muchas veces se transforma en un condicionante para el desarrollo al que aspiramos alcanzar: el receso del beneficio de la Tarifa Escolar otorgada por el Estado en reconocimiento a nuestra calidad de estudiantes, que en ningún caso se limita al denominado “año escolar” o al ingreso a un aula de clases.
Sabemos que el Sistema de Transporte Público enfrenta dificultades de financiamiento, pero ¿Somos acaso los estudiantes quienes debemos hacernos cargo de este problema al entrar en receso nuestro beneficio durante el período de verano? Claro que no, los problemas que enfrenta el Sistema de Transporte Público, aunque nos afectan, exceden nuestra responsabilidad y competen a los Ministerios encargados de solucionarlas y, claro está que dichas soluciones no pasan por el receso de nuestro beneficio y contemplan medidas de largo aliento.
El alza en la tarifa estudiantil, le significa a los estudiantes y a sus familias al menos $10000 más de inversión -esto en los mejores casos, ya que está considerado solo el horario valle-,costo que sabemos, muchas de nuestras familias no pueden costear, condicionando nuestras expectativas, quizá de la manera lamentable. Claro está que este problema no tan sólo afecta a lo estudiantes de la Región Metropolitana, sino que también, y de sobremanera, a los estudiantes de regiones, quienes ven mucho más limitadas sus expectativas dada la lejanía geográfica, para quienes deben viajar - en muchos casos- diariamente a la Capital.
Nosotros solo pedimos que el Gobierno acoja nuestra demanda como una forma concreta de demostrar su interés en la educación de los jóvenes y, sin embargo, no hay respuestas frente a nuestro petitorio. Además, queremos que las personas encargadas de acoger las demandas de la ciudadanía, de una vez por todas, hagan bien su trabajo y que, en consecuencia, el Ministerio de Educación acoja y respete nuestras demandas. De no ocurrir de esta forma, hacemos un llamado a los Diputados y Senadores de la República a hacerse parte de nuestras demandas, las que en el fondo reflejan el desinterés hacia una juventud que quiere progresar.
Esperando la acogida de la ciudadanía y de las autoridades a nuestras demandas, se despiden, LOS ESTUDIANTES DE VERANO.
