El pasado 07 de Agosto, mientras me encontraba en las lejanas tierras del sur cubriendo los avatares del conflicto Mapuche, pude ver desde el lugar donde estaba como empezaron a pasar hacia un cerro cercano a la casa camionetas y zapatillas de carabineros. Nos encontrábamos tranquilamente tomando desayuno y de pronto vino el caos: todos corrían de un lado a otro como si hubieran visto a un monstruo, yo estaba algo confundido, pero después de unos minutos me di cuenta y logré entender esta reacción. Se podía percibir en el ambiente el susto de los presentes, niños, mujeres, hombres y ancianos y verlo en sus miradas. El motivo: el mismo grupo de carabineros y civiles que los acompañaban, venía bajando desde el cerro y disparando a los hermanos mapuches de mi pueblo, sin que nadie los hubiese provocado siquiera. Me impactó la valentía de la gente para afrontar este desigual ataque de balas contra piedras. Un niño que estaba presente me decía luego: “fue tanto mi susto que mi tata los enfrento, pero los monstruos no escuchaban los gritos de mi mama y de mi abuela, solo les disparaban y tiraban un humo que mis ojos lloraban”.
Fue un momento de mucha confusión, donde podían escucharse ruidos, disparos y gritos, Cuando ví a mis hermanos ser atacados, luchando contra estos “robot” que les disparaban en forma indiscriminada, entendí porqué luchaban, por su dignidad, por el derecho de vivir en paz, por permanecer en las tierras heredadas de sus ancestros, que día tras día les fueron y siguen siendo arrebatadas sin importar el precio, con asesinatos y violencia.
Después de toda esta provocación innecesaria, me estremeció ver al mismo niño que antes de este hecho jugaba inocente con su autito, esta vez juntando las vainillas de las balas que le habían disparado a su familia.
¿Qué le esta haciendo el gobierno a nuestro pueblo?¿Cuando se detendrán los abusos?