Texto: Marcos Rodríguez González / Prensa ARI
Sábado 26 de Septiembre 11:30 de la mañana, quizás para muchas familias un fin de semana para quedarse en la cama, después de una agotadora semana de trabajo, para quienes lo tienen, pero para la familia de Juan Waldemar Enrique Araya, era diferente a pesar del intenso frio, que azotaba nuestro Santiago, ellos llegaron junto a la agrupación de familiares de ejecutados políticos, hasta el Memorial del Detenido Desaparecidos y Ejecutados Políticos, a dejar los restos del ejecutado político, Enrique Araya. Al llegar al Cementerio General, se escuchaba la canción “aunque los pasos toquen mil años este sitio no borrarán la sangre de los que aquí cayeron…” en el Memorial, se vivieron escenas de mucho dolor de parte de sus familiares mas directo; y por supuesto de los presentes, que terminaron llorando no se si de tristeza, o quizás de impotencia de ver tanta injusticia.
Pero también estuvieron presentes los abogados de derechos humanos: Nelson Caucoto, Rubén Jerez, Héctor Salazar, también llegó hasta el cementerio Viviana Díaz,
Pero trinchera de la imagen, conversó con la madre de Enrique Araya, Mónica Araya Flores. Señora Araya ¿cuál es su sentimiento al trasladar las osamentas de su hijo, en esta tarde de primavera tan triste, que está que llueve; y por su puesto en lo que va a ser su última morada de su hijo?
Es para mi venir a dejarlo al lugar, que le corresponde hace muchos años, que como familia teníamos pensado trasladarlo, para que podamos descansar de esta inquietud; y para que este junto a todos sus compañeros de lucha, este es su lugar, este va ser a ser siempre su lugar aunque los muros como sean, las piedras griten, por los que no están pero este va a ser su lugar.
Hoy usted, ya es una abogada, una mujer de derecho ¿que siente al ver que queda mucho que a ser en verdad y justicia en especial justicia en los casos de derechos humanos? .
Bueno siempre recordamos las palabras del primer presidente, que tuvimos después del retorno a la democracia, que dijo una justicia a medida de lo posible; y yo creo que esa justicia a medida de lo posible es la que ha sido y no ha sido, por lo que nosotros hemos luchado; y no por lo que nosotros quisimos, no es lo que mi hijo soñó, por lo que los héroes jóvenes heroicos y muchos tantos, a través de todo Chile están, y siguen incógnito, sin saber lo que ha pasado con todo el resto de sus compañeros
Queridos hermanos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez:
Les rendimos homenaje, emocionados por su ejemplo de consecuencia y generosidad; orgullosos de contar con ustedes en las filas del FPMR, queremos levantar sus nombres, alzar la voz por sus corazones destrozados.
Son para nosotros un ejemplo de la dignidad de quienes, ante el terrorismo y la traición, supieron empuñar las armas hasta dar la vida por sus semejantes. Ustedes regaron con su sangre la patria para fecundar un futuro de amor y libertad.
Queremos decirles que viven entre nosotros y en todos aquellos que gracias a su sacrificio y el de muchos, aún podemos soñar y luchar por una vida mejor y aunque está pendiente el homenaje y reconocimiento de la sociedad chilena, llegará el día en que los hombres y la historia sabrán reconocer su dignidad. Es nuestro compromiso lograr que así sea.
Los objetivos de ayer no están aún plenamente cumplidos. Bajo nuevas condiciones continuamos su lucha, por el pleno imperio de la soberanía popular, la verdad, la justicia, la libertad y la democracia.
Ante ustedes, que sellaron con su vida el compromiso de lucha inclaudicable contra la tiranía, juramos, por su honor, mantener vivos sus ideales y defender con todos los medios necesarios las conquistas y los derechos de nuestro pueblo.
¡NADIE ESTÁ OLVIDADO! ¡NADA ESTÁ OLVIDADO!
¡AÚN TENEMOS PATRIA, CIUDADANOS!