La historia se repite como en los tiempos de la Dictadura, donde eran más peligrosos los esbirros de civil que los uniformados. Mientras los uniformados eran tontos útiles de los gobernantes dictatoriales, los otros recibían ordenes directas del fatídico Pinochet, pero hoy en pleno 2010 es alarmante y patético ver que estas repudiables prácticas continúan. Por cierto eso sí produce ruido, ya que parece ser que ambos, civiles y uniformados están amparados por este gobierno de la concertación. Las vergonzosas imágenes captadas hoy en la inauguración del Museo de la Memoria, nos remontan al oscuro pasado de la Dictadura, y es muy preocupante ver uniformados encubiertos como civiles actuando en la detención de los que protestan pidiendo justicia contra los que han asesinado al pueblo mapuche. El poder ilimitado que les da el gobierno a través del subsecretario Rosende, para detener violentamente a cualquier ciudadano, rememora los oscuros días de la Dictadura, entonces ¿de que democracia estamos hablando?. Es preciso desenmascarar a quienes mienten y amparan estas prácticas, cualquiera sea su posición en las esferas de poder, porque solo son lobos disfrazados de ovejas haciendo proselitismo para buscar votantes incautos y aferrarse al poder a como dé lugar. Juzgue usted mismo hasta donde hemos llegado en esta dictacracia.
