
Este año se cumplen 3 años de tu partida, que para mi corazón han sido muy duros. No pude verte crecer y cumplir tus sueños de niño, pero buscando consuelo a mi dolor inconmensurable, trato de convencerme que estás en el amoroso regazo de una abuela que no alcanzó a conocerte en este mundo. Mi pequeño amigo, la vida fue injusta contigo y a tus cortos años tuviste que dar una dura lucha para sobrevivir, no tuvimos la oportunidad de estar juntos muchos años, pero a tu paso dejaste un recuerdo imborrable que me acompañara siempre.
Se que cada año que envejezco me acerca mas a ti y la pena no se acaba, sólo se aprende a vivir con ella. Desde el fondo de mi corazón te rindo una vez más un sentido homenaje, que lleva mi promesa de no olvidarte nunca y encontrarnos algún día, porque confío en que estarás esperándome como lo hacías en los tiempos que estuvimos juntos.