MANUEL RODRÍGUEZ Y LA TELEVISIÓN

Por Alejandro Lavquén

Con bombos y platillos, dentro de las “celebraciones Bicentenario”, Chilevisión anuncia la serie Manuel Rodríguez, guerrillero del amor, un título bastante siútico para un tipo que no lo fue en absoluto. Ahora, considerando que el titulo original decía “el guerrillero de la libertad”, no sería aventurado suponer que el cambio obedece a criterios políticos. Recordemos que el dueño de Chilevisión es el empresario y electo presidente derechista Sebastián Piñera.

Las teleseries chilenas, sin duda, son de una calidad paupérrima e imitan vulgarmente los formatos hollywoodenses para montar sus engendros. Una de las características del cine y televisión, surgidos desde Hollywood, e imitado por directores y guionistas chilenos, es la distorsión y asesinato de las grandes obras literarias, a lo que se suma la intervención de las vidas de personajes históricos relevantes bajo el pretexto de “entretener”, pero cuya intención final es entregar un mensaje pintoresco del personaje en cuestión, sobre todo si se trata de un revolucionario, para así ir adecuándolo a los intereses ideológicos de la oligarquía. En el caso de Rodríguez, se exalta el patriotismo, el amor, lo político, etcétera, de manera burda y cargada de un romanticismo fuera de contexto y farandulero. Esto con el objetivo de deslavar el personaje e imponer en el pueblo una visión entre verídica y novelesca que genere consenso. De hecho, al ver la sinopsis de la serie, y la secuencia de escenas que se adelantan, nos encontramos con un Manuel Rodríguez que más tiene que ver con el Zorro, que en el cine yankee interpretó Antonio Banderas, que con un guerrillero o montonero que luchó en nuestra guerra de independencia.

Las teleseries chilenas, al igual que las hollywoodenses, carecen de ideas e inteligencia. Las actuaciones –salvo escasas excepciones- son deficientes y sus directores torpes y faltos de talento. De los guionistas ni qué hablar, al extremo de que un socio activo de la actual Sociedad de Escritores de Chile lo haría mejor. Y eso ya es mucho decir. Lo único rescatable que se percibe en la teleserie Manuel Rodríguez, guerrillero del amor, es la canción de fondo que la acompaña: El cautivo de Til-Til de Patricio Manns.

NOTA: Para quienes deseen enterarse verdaderamente sobre la vida de Manuel Rodríguez Erdoyza, pueden consultar el libro “El Guerrillero, Manuel Rodríguez y su hermano Carlos, precursores de la democracia y la libertad”, del autor Alejandro Chelén Rojas. Prensa Latinoamericana, agosto, 1964. Además, para este año, se anuncia la publicación de un libro sobre la vida del guerrillero, que promete, escrito por el poeta Ernesto Guajardo.