Por: Pablo Ruiz
Hace semanas atrás fue arrestado Michael Walli en Estados Unidos. Walli, junto a la maestra Nancy Gwin, el sacerdote Luis Vitale y Ken Wayne ingresaron en noviembre pasado a las dependencias de
Por este hecho, fueron detenidos y sometidos a proceso judicial por violar la propiedad privada del Ejército de los Estados Unidos que paradojalmente ellos mismos pagan con sus impuestos.
En enero pasado, solamente tres de ellos se presentaron frente al juez Faircloth siendo condenados a seis meses de prisión federal por esta acción de desobediencia civil. Walli, no compareció al juicio quedando con orden de arresto.
El domingo 22 de noviembre ellos ingresaron a
Esa mañana, estuve siguiendo por radio la protesta desde Santiago de Chile. En la actividad, en las afueras del Fuente Benning, los activistas leían los miles de nombres de las víctimas asesinadas por los graduados de esa singular escuela. A cada nombre, se le agregaba: ¡¡Presente!! Entre ellos, escuché el nombre del cantante popular chileno Víctor Jara quien fue asesinado con 44 disparos luego de haber sido salvajemente torturado por los militares el 15 de septiembre de 1973.
Esa lista que leían esa mañana era interminable como el sufrimiento que han padecido nuestros pueblos como consecuencia de
Pero quiero volver a ese domingo 22 de noviembre. En la actividad también se encontraba presente la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, Bertha Oliva, quien se encontraba allí para denunciar los abusos que se cometen en su país ya que, como todos saben, el 28 de junio del año pasado, los militares dieron un golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya sin que
No resulto novedad para el movimiento encontrar entre los cabecillas de esa acción a graduados de
A pesar que muchos han creído que
No importa que hoy tenga un nombre distinto. No importa que se llame hoy Instituto de Seguridad y Cooperación del Hemisferio Occidental o Whisec en inglés. Lo importante es que sigue siendo la temible Escuela de las Américas.
Por eso muchos compañeros en Estados Unidos resisten allí. Ellos dicen: "No en nuestro nombre". No quieren que en su patio trasero ni en ningún otro lugar se siga preparando a militares para la guerra y las violaciones a los derechos humanos de pueblos hermanos.
Ya suman miles los que en un acto de rebeldía, cruzaron la línea blanca o la alambrada que separa al regimiento de la vía pública. Es una forma de resistencia, de protesta, a la política exterior de la potencia estadounidense.
Centenares de ellos han sido condenados por estas acciones, entre ellos el fundador de este movimiento el sacerdote Roy Bourgeois que ha servido ya cuatro años en prisión.
Sin embargo, resulta curioso señalar que muchos de nuestros países siguen enviando militares a dicho regimiento conociendo la larga historia de intervenciones de Estados Unidos en los asuntos de América Latina y sus nefastas consecuencias. No solamente mandan soldados Colombia, Chile o Perú, sino también países como Nicaragua, El Salvador, Ecuador y Paraguay, entre otros más. Y esto es más curioso ya que se supone que estos países corren el claro riesgo de sabotajes y posibles golpes de estado por parte de quien se sigue creyendo el amo del mundo. El intento de golpe de estado en Venezuela tiempo atrás y el de Honduras, así lo demuestran.
Vale la pena recordar que solamente Bolivia, Argentina, Venezuela y Uruguay han tomado la decisión de retirar sus tropas de
Por eso, el 6 de abril cuando fue llevado frente a un tribunal Michael Walli y fue instado a declararse "culpable", para poder elegir en dónde servir sus meses de prisión, por razones de conciencia, Michael no lo quiso hacer. Walli arriesga a ser condenado a un año y medio por este tercer acto de rebeldía.
Es claro, como dicen en el movimiento contra