
En días en que se avecinan una serie de juicios contra el movimiento mapuche en todo el Wallmapu, la fiscalía nuevamente quiere golpear el apoyo a las comunidades con nuevos montajes.
Efectivos de
Numerosas comunidades de Cautín iniciaron hace unos años un nuevo ciclo de movilizaciones en los procesos de recuperación territorial en la zona, dando pie al trabajo al interior de los fundos en conflicto en manos de particulares latifundistas como Pablo Hardener en Lautaro y Elsa Fernández y la familia Luchsinger en Vilcún.
La decidida resistencia de los Lof Muko de Lautaro y Yeupeko de Vilcun pusieron en jaque la perpetuación y el avance de la usurpación territorial del Wallmapuche en la zona.
Ante esta amenaza contra la invasión capitalista en la zona, el estado chileno organiza una cacería contra los dirigentes más consecuentes de cada Lof, castigando severamente además a las personas que apoyan sus justas reivindicaciones desde las ciudades. Una razzia policial que ha asesinado a varios weichafe como Matías Catrileo durante una entrada a los dominios de los Luchsinger.
De esta forma, las cárceles chilenas apostadas en Wallmapu han recibido a decenas de luchadores mapuches y a miembros de las redes de apoyo, cerca de una veintena de ellos están procesados por acciones de resistencia contra los latifundistas ocurridas entre el 2008 y el 2009.
Tras casi un año de prisión "preventiva", los Peñi encarcelados en Temuco y Valdivia, entre torturas, apremios y montajes se acercan al juicio oral preparado por los fiscales anti-mapuche, fechado en primera instancia para el próximo 4 de mayo en Lautaro.