Por Alejandro Lavquén
Finalizada la elección del directorio 2010-2012 de
Por otro lado, organismos fiscalizadores: Contraloría de
Por lo tanto, lo que ahora cabe, dadas las pruebas a la vista, ratificadas por los organismos competentes, es que el señor Reynaldo Lacámara dé una explicación pública a los socios de SECh de todo Chile y renuncie a su cargo de manera inmediata. De lo contrario, debería ser sancionado por el directorio en base al Artículo Décimo Quinto, letra b.4 de los estatutos vigentes. También deben ser sancionados todos los que resulten culpables del descrédito y perjuicio económico provocado a la institución en relación con las ordenanzas fiscalizadoras.
En una entrevista al señor Lacámara, publicada en el Blog de SECh, pocos días antes de la elección, éste afirmaba que SECh no tenía cuentas pendientes con nadie y cualquiera que dijese lo contrario estaba mintiendo. Pues bien, las resoluciones del Ministerio de Justicia y Contraloría han dejado muy claro quién, o quiénes, eran los que mentían.
Enterado de esta situación, el tesorero recién electo, señor Marcelo Lira, ha manifestado que quienes deben devolver los dineros, rendidos irregularmente, son quienes hicieron las rendiciones, comenzando por el presidente que es el representante legal y el que, con su firma, autorizó las rendiciones. El señor Lacámara firmó los cheques que autorizaron los egresos de los dineros cuestionados. De la misma opinión es el ex – Vicepresidente, señor Gregorio Angelcos, y actual encargado de comunicaciones. También consideran que se debe investigar las rendiciones de la señora Ximena Troncoso, con respecto a las ferias de libros, debido a que la rendición presentada a tesorería, actualmente, es simplemente “impresentable”. Por último, el presidente deberá explicar cómo y porqué, sin consultar al directorio, declaró ante el Servicio de Impuestos Internos (SII), situaciones que no correspondían. Todo esto dentro de una serie de otras irregularidades que poco a poco van saliendo a la luz.
La situación de SECh no da para más, se ha llegado al límite de lo que hasta hoy podía soportar. Es imprescindible sanear la institución y devolverle su prestigio. Es necesaria una Asamblea Constituyente que autorice una directiva provisoria que llame a elecciones en breve plazo, dando garantías democráticas reales a todos quienes se presenten como candidatos. De lo contrario, SECh continuará en la cuerda floja, pero esta vez por poco tiempo, pues de no reaccionar, claramente la esperan los abismos. Aquellos desde donde no se regresa.