LOS "CHASCARROS" DE LOS 100 DÍAS DE PIÑERA EN EL GOBIERNO

Lo cortés no quita lo Presidente

No cabe duda de que el cambio de mando entregó mucho material para este recuento. Dejando de lado las réplicas de casi 7 grados y la alerta de tsunami que amenizaron el evento, la primera salida de protocolo de Piñera se produjo cuando ingresó al Salón de Honor. Tras saludar a Ángela Jeria y Virginia Reginato, decidió devolverse y saludar a cada uno de los presentes en primera fila, incluso repitiendo el saludo a algunos y demorando aún más la ya atrasada ceremonia.

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La fuerza de la costumbre

Después de la enredada entrega de la banda presidencial que incluyó, entre otros percances, la caída de la emblemática piocha de O'Higgins y cuando Piñera ya estaba investido como Presidente de la República, llegó el momento de entornar el Himno Nacional. Pero ni él ni Michelle Bachelet recordaron que debían cambiar de lado antes de esa parte, por lo que Sebastián Piñera figuró cantando el himno patrio en el lugar donde debía ir la saliente Mandataria.

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No hay papel

Y la seguidilla de lapsus continuó, al compás de las réplicas. Cuando llegó el momento de que Piñera tomara juramento a los nuevos ministros (y mientras en el resto de la ciudad reinaba el pánico y las personas corrían a las partes altas), nadie le pasó al Presidente el solemne documento que debía leer y se le vio escribir en un papel un supuesto apunte de lo que debía decir. Luego vino una polémica entre la Cancillería y el Senado sobre a qué entidad le correspondía entregar el papel. .

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¿Y quién es él?

Al recibir en Cerro Castillo a los Mandatarios extranjeros, Piñera no reconoció a Rafael Alburquerque. "¿Quién es él?", le preguntó a José Miguel Insulza. Éste le respondió: "Es el vicepresidente de República Dominicana". Y aunque recién lo venía conociendo, no dudó en echarle la talla: "Siento que esto es una maniobra de la Concertación para moverme el piso", dijo aludiendo a las réplicas. Días después, cuando nombraba a las autoridades en la inauguración de una escuela, preguntó a Joaquín Lavín: "¿Quién es el que está al lado?", lo que se oyó por el micrófono.

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"Grillos" para la Guardia de Palacio

Aunque luchó tanto por ser Presidente, Piñera se perdió el mágico momento del saludo de la Guardia de Palacio (ese sonoro "¡¡Buenos días señor Presidente!!") en su primer lunes en La Moneda. Quizás le dolían los oídos, pero el hecho es que dejó "plantados" a los sonoros carabineros que lo esperaban en la puerta. Al parecer, Piñera no fue informado del saludo, por lo que ingresó directamente por los estacionamientos. También dejó "con los crespos hechos" a los transeúntes que lo esperaban ver llegar.

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"Marepoto"

Pero la gran réplica del "tusunami" llegó el 23 de marzo y rompió los sismógrafos: El "marepoto". El nuevo fenómeno natural fue dado a conocer por el Mandatario durante un discurso en la Fidae. "Por el terremoto que remeció la tierra (...) y por el 'marepoto' que sacudió nuestras costas", fue la frase que sirvió para que los cibernautas se dieran un festín. En un programa radial incluso ironizaron con un famoso sketch del "Club de la Comedia": "Pero señor, se dice maremoto... Aaer!, ¿Quién es el Presidenters?".

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El "Zafrana"

Aunque era el fenómeno del momento en Internet, parece que sólo el Presidente no había visto el video del "Zafrada". Al inaugurar una escuela modular en Iloca, donde el pequeño era la estrella, afirmó que el niño era "un ejemplo de entereza, de valor... Así que le trajimos sus 'zafranas', sus 'frazadas', sus 'zafradas'", lo logró finalmente Piñera. Aunque, al parecer, sólo Emol se percató del hecho, igualmente califica como un nuevo vocablo para la "Wikiñera".

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"¿Celebrar?" la muerte

En vísperas del Día del Joven Combatiente, Piñera pronunció una desafortunada frase: "Los padres, familiares y amigos de los hermanos Vergara Toledo tienen todo el derecho a 'celebrar'... o recordar su muerte". El desliz lingüístico es similar a otro, ocurrido tras la muerte de Mónica Madariaga: "Me 'alegro' que esté descansando en paz". En esa ocasión, su comando le pidió precisar la frase y entonces explicó: "Llevaba muchos años luchando contra una enfermedad muy cruel y, por tanto, ojalá haya encontrado la paz".

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Ni muerto ni santo

Aunque le gusta citar frases célebres de otros, Piñera debería tomarse más en serio aquéllas de su autoría. La última del repertorio la pronunció la semana pasada, durante una entrevista concedida a un periódico argentino: "En la vida uno siempre enfrenta conflictos de intereses; solamente los muertos y los santos se salvan de esta situación", respondió ante la polémica por las designaciones que ha realizado sin haberse desprendido de algunas propiedades.

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MOLESTO MOCO PRESIDENCIAL

IRRUMPE EN ACTO

PROTOCOLAR DE LA DE LA FUERZA AEREA