No sólo los empleados de las concesionarias del Transantiago alegan contra las empresas. Literalmente abajo de la micro se encuentran también los pequeños empresarios que pusieron sus buses a disposición de las sociedades proveedoras de los servicios del transporte público. Llevan meses sin recibir el arriendo de sus buses, sus máquinas han sido desmanteladas y han sido citados por la justicia por las millonarias deudas de tag que están a su nombre. Leer más