UNA LEY DE PINOCHET
PARA PERSEGUIR A LOS MAPUCHES
Por Soledad Lofredo
“En Chile les están dando muy fuerte a los estudiantes y a los mapuches”, asegura Pablo García, director de programación del canal CN23, que trabajó durante muchos años con Pascual Pichún Collonao, un joven periodista mapuche que fue encarcelado en su país de origen. Pichún Collonao fue acusado de incendiar, en 2002, un camión en la localidad de Traiguén. Ese día, una manifestación reivindicaba los derechos políticos y la recuperación de tierras mapuches usurpadas por el Estado chileno y empresarios forestales. El joven fue condenado a cinco años de prisión y al pago de 12 mil dólares.
Fue en ese entonces cuando pidió refugio político en Argentina, para poder terminar de estudiar la carrera de Comunicación en la ciudad de
En Chile sigue vigente
Esta ley también viola abiertamente la independencia e imparcialidad requeridas por los tratados de derechos humanos ratificados por Chile, entre ellos el Pacto de San José de Costa Rica. A la vez que desconoce otros instrumentos jurídicos que amparan los derechos de los pueblos originarios en el ámbito internacional, como el Convenio 169 de
Mientras que el informe 2010 de
Jorge Castro es amigo y fue el primer docente universitario de Pascual. Él pudo explicar a fondo cómo era su vida y lucha. “La familia pertenece a Temuco, a
Castro aseguró que Pascual comenzó a tomar notoriedad en 2001. “Ese año su padre es juzgado y encarcelado por amenaza e incendio. Es enjuiciado y condenado a cinco años. A partir de ahí Pascual, junto a su hermano Rafael, se hacen cargo de su familia, su realidad, y siguen con la lucha que había comenzado su padre hace años en defensa de sus tierras y de sus bosques”, relató Castro en una entrevista.
En 2004 Pascual y su hermano fueron acusados de incendiar una de las maquinarias que utilizaban para desmontar los bosques que pertenecían a las tierras mapuches. En ese momento Pascual y su hermano lo negaron. Fueron a juicio. “El chofer y el empleado de la estación de servicio en rueda de identificación no pudieron identificarlos. A los seis meses se hizo nuevamente el juicio, y sorpresivamente, estas dos personas que no habían podido reconocerlos, ahora, de repente, recuperaron la memoria y los reconocieron y los acusaron de haber sido los culpables del ilícito. Indignados por la impunidad con la que se manejaron, Pascual y su hermano Rafael subieron a la montaña, escapándose de la policía chilena.
Pasaron varios días en los montes y deciden hacer dos caminos diferentes. Rafa, debido a que tenía una familia, con una hija muy pequeña, se volvió y se entregó a la policía”, agregó Castro. Fue condenado a cinco años de prisión, pero salió en libertad condicional en dos años. Pascual, con apenas 19 años, decidió cruzar
“A ellos los condenaron sin muchas pruebas. El sur de Chile es bastante complejo, por las invasiones a las comunidades mapuches. Todo siempre resulta atroz y violento”, sostiene García. El caso de Alex Lemun es el más conocido: el chico de 17 años fue asesinado en 2002 por un carabinero durante un acto de protesta pacifica junto a miembros de su comunidad. Reclamaban la restitución de sus tierras usurpadas por la empresa Forestal Mininco. El policía, a pesar de reconocer su delito, no fue castigado.
También es conocido que uno de los hijos de los Figueroa fue educado en Alemania oriental. “Lo tenés que ver al tipo comiendo en la mesa, gritando que a él no le van a robar las tierras, que es un terrateniente, que a él le costó mucho conseguir todo eso. Es muy raro cómo manejan el tema con los pueblos indígenas”, dice García. Judicialmente, Pascual fue considerado prófugo de
(*) Miradas al Sur.
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE