POETAS DECLAMAN VERSOS CONTRA EL INDULTO DEL BICENTENARIO

Por: Andrés Figueroa

El 28 de julio, en la Plaza de la Constitución y mientras el orfeón del Ejército recibía con una marcha metálica la llegada a La Moneda de Sebastián Piñera, decenas de poetas se reunieron a declamar versos contra el llamado Indulto del Bicentenario.

El coordinador de la iniciativa, el vate Rodrigo Hidalgo, indicó que la actividad nació antes de que el mandatario anunciara que no iba a dar el indulto como lo propuso el alto clero de la Iglesia , “ahora, pese la decisión de Piñera, decidimos realizar la manifestación de todos modos porque entendemos que la negativa al indulto tiene ciertas condiciones, como el caso a caso, y ello puede prestarse para alguna trampa, que no nos extrañaría de un gobierno de derecha.”

De acuerdo a Hidalgo, participaron de la convocatoria más de cien poetas de todo Chile, entre quienes se cuentan Alejandra Del Río, Amanda Durán, Thomas Harris, Camilo Brodsky, Héctor Hernández, Fesal Chain y Alejandro Lavquén, entre muchos otros escritores y poetas de enorme calidad.

.

EL PERDÓN DEL REY (Fragmento)

Perdono a los que tumbaron en la parrilla a Muriel Dockendorf

Y la escucharon gritar y a los que sabían y nada hicieron

Perdono a los que arrojaron al mar a Marta Ugarte

Mientras se jactaban de que en Chile no había desaparecidos

Perdono a los que hicieron arder como antorchas

A Rodrigo Rojas y a Carmen Gloria Quintana

-el verdadero rostro de este país-

Perdono a los que abrieron con un corvo el cuello

De José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino

Perdono al que dio la orden y al que apretó el gatillo

Para perforar los cuerpos de Víctor Jara y de Carlos Lorca

Perdono a los que ocultaron cadáveres en un horno de Lonquén

Me cago en abogados, juicios y sentencias

Por algo soy el nuevo monarca sucesor de la Princesa

Que nos enseñó a tañer la campana de Wall Street

Perdono a los que mataron por la espalda a Ignacio Valenzuela

En la Operación Albania y encerraron a siete prisioneros

En una casa abandonada para cocerlos a sangre fría

Perdono a los pilotos que bombardearon La Moneda

Perdono al torturador, al interrogador, al carcelero

Al artillero, al instructor, al secretario, al chofer

Al falsificador, al enterrador, al asesino

A todos los perdono, en esto soy especialmente generoso

Los perdono porque soy el nuevo monarca

Y a través de sus representantes me lo ha solicitado Dios:

Perdono a los que hicieron por mí el trabajo sucio.

(Guillermo Riedemann)