RECONSTRUCCIÓN

Los representantes del régimen político se han abocado a lo que denominan la “reconstrucción” después del terremoto. De los propósitos que hemos conocido hasta ahora a través de la prensa se colige que, más que en reconstruir, están pensando en facilitar los negocios del capital. El gobierno pretende la privatización completa de las compañías sanitarias. El Congreso se tramita un “plan” de financiamiento, que añade nuevas e ingeniosas maneras para que el gran capital termine pagando menos impuestos, con trucos contables y tributarios, además abiertas exenciones y beneficios varios.

La consecuencia es clara. Los trabajadores pagaremos, como lo hemos hecho hasta hoy, por el funcionamiento del Estado y, por ende, de la “reconstrucción”. Lo hacemos a través de una expropiación de nuestros ingresos, que se materializa en el 19% de IVA que se queda el Estado cuando compramos cualquier producto o servicio, el pan, la micro,… y, en el caso de algunos, los cigarrillos. Pero lo hacemos, principalmente, con la riqueza que creamos para los capitalistas y que éstos comparten, en una baja proporción, con su Estado.

Pero esto no es nada nuevo. Ni siquiera lo son los proyectos del actual gobierno. Las sanitarias ya fueron privatizadas, en su mayor parte, bajo los gobiernos de la Concertación, que también impuso la política fiscal de saqueo a los trabajadores.

Para el capital y sus políticos, no hay nada nuevo. El dinero -su dinero- es lo más importante.

CLARAMENTE, UNA “RECONSTRUCCIÓN” DE ESTE TIPO NO NOS SIRVE.

Lo que le sirve al pueblo es reconstruir y construir su propia fuerza, su opción. Lo hace organizándose, luchando, promoviendo a líderes honestos y comprometidos, ejerciendo la solidaridad, sacando lo mejor de nosotros. ¿Acaso hay otro camino?

MURAL EN BOCA SUR, CONCEPCIÓN

El problema de levantar al país del desastre no puede ser resuelto por quienes quieren aprovecharse del frío, de la lluvia, del hambre, de la tierra golpeada por la naturaleza. Sólo lo pueden hacer los trabajadores, creando su propio camino y, sí, demoliendo y barriendo con las ruinas de este sistema que nos pretenden cerrar el paso.