A pesar de los reclamos y la molestia de la ANEF, estos policías de civil infiltrados últimamente en las manifestaciones tipo James Bond, creen que nadie ha notado su presencia y no se dan cuenta que estan muy lejos de la realidad. Este malestar, que se ha generalizado en las calles, es provocado por esta verdadera "cacería de brujas", donde estos personajes "disfrazados de civil" (algunos se ven bastante ridiculos) andan con maquinas fotográficas, grabadoras y filmadoras, actúan con prepotencia arremetiendo contra todo aquel que los fotografíe.
Esos metodos inducen a pensar que este gobierno quiere volver a los tiempos de dictadura, donde -para su pesar- existía la AFI para desenmascarar sus abusos e impedir la impunidad. Ahora hay otras organizaciones legalmente constituídas por medios independientes como ARI, para denunciar los procedimientos de los diferentes organismos represivos que actúan por su cuenta quien sabe con que oscuros propositos. ¿Quien da fe que algunos incidentes no fueron provocados por civiles que cometen abusos bajo el amparo de una mano negra que aun no se deja ver?. De ser así, esto los transformaría en agrupaciones ilicitas que ejercen terrorismo de estado, haciendo montajes y terminarían convirtiéndose en el mal que pretenden erradicar.
Integrantes de los medios independientes han sufrido seguimientos y hostigamientos de parte de esta gente conocidos como "sapos", por atreverse a fotografiarlos y filmarlos en acción. Lo que se ve en imágenes es una muestra, que se suma a las anteriores evidencias que se han reunido. Los sapos deben ser denunciados porque actúan en forma solapada, filmando para hacer sus montajes, lo que es impresentable en un gobierno que se dice democrático.