LA VERDAD AFLORA EN LA SECH, LENTA PERO AFLORA

Alejandro Lavquén

El Ministerio de Justicia, con fecha 9 de noviembre de 2010, según ORD: Nº 7881, certifica que la Sociedad de Escritores de Chile (SECh), no ha dado cumplimiento al Oficio Nº 3447 del 18 de mayo de 2010 dirigido a “subsanar cada una de las infracciones estatutarias detectadas”. Esto se suma a la devolución de dineros, rendidos con facturas ajenas a los gastos reales por proyectos del Consejo Nacional del Libro, que debe realizar la institución. Dineros que la Contraloría General de la República ordena devolver a través del Oficio Nº 1647 del 22 de abril de 2010. Las preguntas obvias son entonces: ¿Por qué el directorio presidido por Reynaldo Lacámara rinde dinero con facturas que no corresponden? ¿Dónde está el dinero que falta? ¿Por qué insisten en transgredir los estatutos? ¿Por qué no hay sanciones para nadie?

El señor Reynaldo Lacámara y la señora Ximena Troncoso han maquinado ficciones burdas, sobre mi persona, para desviar la atención de mis acusaciones. Pues bien, como siempre lo he hecho, mantengo públicamente todas mis acusaciones, respaldadas por hechos concretos, tal como lo demuestran las fiscalizaciones del Ministerio de Justicia y la Contraloría. Por lo tanto, insisto que se debe aclarar absolutamente -y con documentos en mano- el destino de todo el dinero rendido irregularmente. Y exijo la renuncia inmediata del señor Lacámara y su directorio, responsable legal de la Sociedad de Escritores de Chile, así como la convocatoria a una Asamblea Constituyente de todos los escritores chilenos para reorganizar SECh y devolverla al sitial que merece.