SOLIDARIDAD DE MUCHOS, NEGOCIADO DE POCOS

Por: El Ciudadano, las noticias que importan.

Nadie, ni usted, ni aquél, ni nosotros, podríamos ser contrarios a una obra benéfica y solidaria que apunta a la rehabilitación e inserción de personas con problemas de movilidad. Pero el derecho a la duda de su fondo y el cuestionarla por lo menos, lo creemos necesario, pues cuando en dos días se utiliza el sufrimiento de niños y jóvenes para lavar la imagen pública de empresas y consorcios que atentan gravemente contra los derechos de sus trabajadores y el medio ambiente los 365 días del año, algo comienza oler mal.

El fin justifica los medios? Después de más de 20 años de teletones no es extraño pensar que lo que aquí se ha hecho es tomar un tema de alta sensibilidad social para lograr un objetivo que dista en parte al declarado. Sin duda, la Fundación desempeña una importante labor al atender a muchos niños que no tienen posibilidad de acceder a los costosos tratamientos médicos que requieren. Tratamiento gratuito si están en Fonasa y se ubican en los grupos A o B.

Y es que son cada vez más quienes miran con escepticismo la solidaridad de las empresas que figuran en el show mediático propulsado por el voluntariado de los rostros de televisión, que posan junto Mario Kreutzberger, a quien el alcalde De la Maza (Las Condes), señalara como una vaca sagrada, después del enojo del animador por la negativa del edil a poner publicidad gratuita de las empresas que lucran con las donaciones.

En este número de EL CIUDADANO, encontrará diversos puntos de vista que se atreven a poner en duda el sentido de la campaña y ponen de relieve algunas de las motivaciones que, lejos de la solidaridad o el altruismo, tienen las empresas, conglomerados y grupos económicos para aportar a la salud de los niños y niñas discapacitados de este país.

¿Por qué hay temas como este que en Chile no se pueden cuestionar? El poder del dinero y los intereses que se esconden detrás de la fachada solidaria, nos llevan a contribuir al debate sobre un tema para muchos tabú.

En esta edición se aborda ‘La breve fantasía de un país solidario e igualitario’. El aparataje mediático y la danza de billetes de la Teletón, lleva a los chilenos a creer saldada su deuda con los discapacitados. Se emocionan, donan dinero y compran los productos con la mediática cruz roja. La realidad indica, sin embargo, que la rehabilitación y plena integración está lejos de resolverse en “27 horas de amor”, cuando se es discapacitado toda la vida. Un asunto que se busca ubicar en el terreno de la solidaridad, cuando en realidad es un asunto de derechos humanos, que el Estado ha eludido desde tiempos que sobra señalar.

Por otro lado, la ‘Teletón post terremoto: ¿Qué fue de los fondos recaudados?’ Cuando ya estamos ad portas de una nueva versión de la Teletón y el foco mediático busca conmovernos para solidarizar, quisimos saber qué fue de los más de 45 mil millones de pesos obtenidos en la campaña realizada en marzo pasado en pos de la reconstrucción de Chile tras el terremoto.

También se abordan ‘Las críticas al rol de las empresas en la Teletón’. Entre la beneficencia, el negocio y el lavado de imagen. Para algunos, las 27 horas de amor es una gran ocasión para ser solidarios y ayudar a los menores discapacitados. Para otros, no es más que un espectáculo que las empresas aprovechan para blanquear su imagen, mientras el resto del año utilizan cualquier recurso para obtener ganancias. Aquí, algunas de las distintas visiones en torno al tema.

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