A LA OPINIÓN PÚBLICA

Por: Alejandro Lavquén

Santiago, enero 18/ 2011

Señores

Directores

Sociedad de Escritores de Chile (SECH)

Presente

Considerando que las irregularidades ocurridas durante la gestión del señor Reynaldo Lacámara Calaf, Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), son cada día más evidentes, la presente carta es para volver a solicitar, públicamente, su renuncia.

Prueba lo afirmado con anterioridad la ordenanza N° 1674 (22 de abril de 2010), dictada por la Contraloría General de la República en su contundente dictamen: la SECH debe devolver dineros rendidos de manera irregular al Consejo Nacional del Libro y la Lectura y a la Administración de la Presidencia de la República de Michelle Bachelet, entidades que realizaron aportes para financiar los proyectos de SECH que hoy se encuentran cuestionados. Por otra parte, la institución ha debido pagar multas a la Inspección del Trabajo e indemnización a la señora Victoria González, secretaria de la SECH despedida arbitrariamente. Además, las ordenanzas N° 3447 (18 de mayo 2010) y N° 7881 (9 de noviembre 2010), emanadas del Ministerio de Justicia, conminan a SECH a cumplir los estatutos, sancionar a los culpables de las irregularidades detectadas por la Comisión Revisora de Cuentas 2007 y actuar con transparencia ante los socios, lo que no se ha cumplido, desoyendo las instrucciones de la entidad fiscalizadora.

En otro plano, la Tesorería General de la República ha multado a la Sociedad de Escritores de Chile en cerca de ochocientos mil pesos ($800.000), promoviendo además una orden de embargo que afecta a un bien inmueble de su propiedad, específicamente un departamento ubicado en calle Blanco Encalada, que fue comprado con la venta de un terreno heredado a la institución por la escritora Teresa Hamel. Es importante explicar que la propiedad, recibida como herencia, y ubicada en Reñaca, fue vendida por el señor Lacámara, en alrededor de cincuenta y siete millones de pesos ($57.000.000), sin consulta a los socios como expresa el estatuto. El dictamen del Ministerio de Justicia concluye sobre la enajenación del terreno que, cito textual: “no es posible que esta Secretaría de Estado determine si se dio cumplimiento (con los antecedentes entregados por la propia SECH) al quórum exigido para que el directorio tomase válidamente el acuerdo (de venta), ya que no consta de manera expresa que la Asamblea de Socios haya dado la autorización correspondiente en la forma exigida por el estatuto”.

Dados los anteriores antecedentes y a modo de ejemplo de otras situaciones de dudosa claridad, quisiera reparar y solicitar información acerca de cinco de ellas:

1. Por qué razón el señor Lacámara rindió ante el Consejo del Libro dineros por la cantidad de tres millones setecientos cincuenta mil pesos ($3.750.000) por mil (1.000) ejemplares de un libro de 400 páginas que no existe? La SECH formó una comisión investigadora integrada por los escritores Ángel Pizarro, Hernán Miranda y Marina Latorre para que dieran con el famoso libro. Aún no lo encuentran, pero el señor Lacámara ha rendido este libro inexistente con la factura N° 023 otorgada por el señor Jorge Osvaldo Soto Veragua, factura que en el sistema del SII aparece como un documento que, cito textual, “está registrado como perdido o inutilizado en la fecha 02-04-2008”, y del señor Soto Veragua afirma que: “El Contribuyente individualizado no ha sido ubicado en los domicilios declarados por él al Servicio de Impuestos Internos o no se ha presentado al Servicio a cumplir con las notificaciones que se le han practicado”. Si la factura está “perdida o inutilizada”, como la declaró el señor Soto Veragua al SII, cómo puede utilizarse para rendir dineros. Dineros que fueron pagados al señor Soto Veragua según consta en la cartola de cheques de SECH. Estamos ante hechos graves porque esa factura está siendo usada por el presidente de SECH para rendir dineros fiscales cuyo destino final es incierto.

2. Según consta en el documento de Contraloría, una parte de los varios millones que se deben devolver, corresponde a la cantidad de $ 565.250 por la factura N° 154 extendida por la señora Carmen Gloria Miranda Núñez por concepto de “cena para 100 escritores”, con fecha 2 de enero 2008. La factura fue rendida a la Administración de la Presidencia de la República, como si fuera parte del proyecto “Congreso Internacional de Escritores SECH”, que se realizó entre los días 2 y 6 de noviembre de 2007. Pues bien, la factura corresponde a la cena anual de los escritores del 28 de diciembre 2007, evento que fue financiado por los propios escritores, y no como parte del proyecto en cuestión. Por lo tanto, qué se pretendió al rendir ese gasto con una factura que no corresponde? Con ello se está engañando a los socios y al fisco, que fue quien otorgó el dinero para el proyecto. La irregularidad es más que evidente.

3. Otra prueba explícita de las irregularidades del proyecto Congreso Internacional de Escritores SECH 2007, se refiere a los ejecutores. Uno de los co-ejecutores que aparece es el escritor Fesal Chain. Se puede demostrar que el señor Chain no participó como ejecutor porque fue desplazado arbitrariamente del proyecto, y no fue reemplazado en sus funciones. No existe en la rendición una boleta de honorarios de Fesal Chain, pero tampoco aparece su carta de renuncia, ya que se negó a firmarla. Cabe preguntarse entonces, ¿dónde está el millón de pesos que le correspondía al señor Chain por concepto de honorarios. El único co-ejecutor que aparece con carta de renuncia es Eduardo Robledo, actual secretario general de SECH, pero la carta está fechada en diciembre, o sea después de que se realizó el proyecto.

4. También se debe una explicación a los socios por parte del presidente de la Sociedad de Escritores de Chile acerca de porqué en la página del Servicio de Impuestos Internos, SECH aparece como un contribuyente inconcurrente. Dice, textualmente: “Situación de posible comportamiento tributario irregular” (...) “Contribuyente no ha concurrido a requerimientos del SII donde se le solicita que presente documentación... De efectuar transacciones con este contribuyente, se sugiere, como medio de resguardo…”, etcétera.

5. El 20 de diciembre de 2010, el actual tesorero de SECH, señor Marcelo Lira, presentó un informe público de tesorería, donde se da cuenta, entre otras cosas, de situaciones irregulares ocurridas bajo la actual presidencia. El informe lo puede solicitar cualquier socio en secretaría. De este detallado informe se desprenden varias situaciones por las cuales el actual presidente debería responder ante los escritores de Chile.

Me parece que los cinco puntos enumerados más arriba retratan con claridad lo que ha sido la gestión del señor Reynaldo Lacámara Calaf en la presidencia de la Sociedad de Escritores de Chile desde el año 2006 en adelante. El daño económico y el desprestigio social provocados a la institución son evidentes e incalculables. Es por lo anteriormente relatado que vuelvo a solicitar, públicamente, su renuncia.

Atentamente los saluda

Alejandro Lavquén