Fuente: Revista Negación de la Negación
Mientras Joaquín Lavín ya no encuentra qué mensaje mandar por la prensa burguesa con tal de contener el volcán popular que se agita por todo el país, ya han comenzado a jugar su triste papel los oportunistas que profitan del “comunismo”.
Ni más ni menos que a Juan Urra, encargado nacional universitario de las JJ.CC. y ex Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, fue a quien el gobierno de Sebastián Piñera llamó para que se encargara de constituir una mesa de trabajo con universitarios, secundarios y representantes del MINEDUC (según informó hoy La Tercera). No se trata aquí de enjuiciar a la persona en cuestión (que además ha sido acusado de insultar a los dirigentes de la Federación de Estudiantes Mapuches cuando éstos pretendían ingresar a la (CONFECH), sino que a la línea política que representa; línea del oportunismo rastrero, traidor y chovinista.
Supuestamente se vinculó a Juan Urra para acercar posiciones con la presidenta de la FECH, Camila Vallejos (también jotosa) y desde ahí dar inicio al negociado en que el PC buscará como siempre obtener algunos beneficios para la nueva batalla electorera que se avecina.
Sin duda que el PC y sus juventudes desde hace muchas décadas no están entre quienes son amigos del pueblo; su línea de crítica a la violencia, del concilio y sus demandas de mayor financiamiento se oponen a la movilización radical y combativa que se ha visto en los últimos días, demandando educación estatal universal, de calidad e igualitaria. Esta última línea se ha hecho más que en negociados, traspasando la legalidad y asumiendo los costos, como lo muestran los estudiantes secundarios de Liceos como el Tajamar o el Lastarria que a pesar de haber sido desalojados el día viernes se los han vuelto a tomar en la madrugada de hoy sábado, provocando la ira del ex- torturador de la DINA Cristián Labbé quién ya envió decretos a Carabineros para un nuevo desalojo.
El antecedente de la comisión de educación que se formó hace 5 años y que puso fin a la revolución pinguina debe servir para rechazar nuevas comisiones que solo sirven para dilatar la acción del pueblo y bajar las movilizaciones. Es en la calle donde se puede disputar e imponer las decisiones que se tomen en el ámbito de la educación. De a poco, sin grandilocuencias ni ultra- izquierdismo; teniendo siempre presente que una educación de calidad para el pueblo no puede ser brindada por un Estado como el actual, sino solamente por uno de nuevo tipo, socialista. En esto radican las tareas de los verdaderos comunistas para estas movilizaciones, en transformar la demanda reivindicativa por una mejor educación en una demanda política por un nuevo Estado socialista. No se le pueden pedir peras al olmo, por lo que al calor de esta tarea irá la de la construcción del instrumento para ese nuevo Estado, el Partido de la revolución, completamente distinto al PC, Partido oportunista que parasita al alero de las demandas populares y que no puede dejar de ser denunciado y combatido por quienes no creen en mesas de trabajo o comisiones presidenciales sino en la acción del pueblo organizado.