REPRESION CONTRA LA PRENSA INDEPENDIENTE

Por: Sindicato ARI

Con las atribuciones que el gobierno empresarial a través del Ministerio del Interior ha dado a las fuerzas represivas, so pretexto de erradicar la delincuencia y detener la puerta giratoria, ha logrado hacerse cómplice de abusos de poder por parte de los mismos uniformados llamados a resguardar el orden.

Estas conductas repudiables en no pocos casos han terminado con la muerte de víctimas inocentes de estos “juegos de guerra”, que comienzan a jugar los que se creen el cuento que son los rambos criollos. La última de estas víctimas inocentes es un menor que recibió un disparo en su pecho proveniente de una patrulla policial cuando observaba las manifestaciones con su hermano. Sentirse con el poder de las armas y creer que cuentan con la impunidad para hacerlo es una combinación peligrosa, que se le está yendo de las manos a los altos mandos de estas instituciones, tanto así que resulta patético verlos tratando de explicar los excesos de sus subordinados, intentando vanamente cubrirlos con un manto de legalidad y ajustados a supuestos procedimientos policiales.

El problema es que la gente ya no les cree y se está rebelando contra las injusticias, incluso hasta ex funcionarios de sus propias filas están desenmascarando semidesnudos los abusos de que son objeto.

Ejemplos hay muchos, que han salido a la luz pública gracias a la labor de la Prensa Independiente y de gente anónima que esta asqueada de estos excesos y publica imágenes y videos denuncia, donde aparecen uniformados golpeando salvajemente a civiles indefensos, otros embistiendo a la gente con sus caballos o azuzando a los perros para que ataquen. Para que decir los que atropellan impunemente con sus motos o aceleran los vehículos policiales pasando sobre la gente. También es repugnante la forma como gasean y mojan a los manifestantes sin ningún miramiento, también a quienes ni siquiera están manifestándose les han lanzado gases, como ocurrió con el local de correos, donde se encontraba un grupo de trabajadores y sus familias almorzando, cuando un desquiciado rambo arrojó una bomba lacrimógena en el lugar sin ninguna justificación.

Como lo demuestran las imágenes, la Prensa Independiente sufre constantemente y sin ninguna justificación agresiones encubiertas como procedimientos policiales, donde se hostiga, amenaza, golpea y gasea a reporteros, a pesar de exhibir la credencial que los acredita como tales para hacer su trabajo. Prueba de ello es la imagen que muestra a un reportero de ARI en el momento justo que es gaseado deliberadamente por el vehículo policial con el número J 56, a pesar que portaba la manga y credencial que lo identificaba visiblemente como PRENSA.

Rambo sin identificacion ¿bajo la influencia de alguna droga?

Basta ver su rostro para ver que estaba fuera de control.

¿Sabra su familia y sus hijos como hace su trabajo?.

Se usan pretextos tan estúpidos como exigir que uno se suba a la acera porque “no se puede estar aquí”, como le ocurrió al Presidente del Sindicato ARI Jorge Zúñiga, quien fue hostigado y conminado por el uniformado sin identificacion de la foto, que lo correteó del lugar donde se encontraba con una colega, amenazándolo con golpearlo con una luma y vociferando que a él la PRENSA le importaba un comino, junto con otra sarta de groserías.

Es hora que los medios independientes nos agrupemos para denunciar y detener esta escalada de atropellos de que somos objeto, repudiando la violencia verbal y física y busquemos una forma de defender nuestra integridad ante estos arteros ataques.