PASANDO PIOLA

Por: Alejandro Lavquén

En lo que va corrido del gobierno de Sebastián Piñera, han surgido con mucha fuerza conflictos sociales que venían incubándose, o manifestándose con menor intensidad, desde los gobiernos de la Concertación. Los abusos en áreas como la educación, salud, previsión y trabajo, principalmente, sumados a un gobierno derechista y represor, han colmado la paciencia de la inmensa mayoría del pueblo, dando paso a la protesta social de manera permanente en el último tiempo. El conflicto que ha generado mayor adhesión y movilizaciones es el de la educación, al amparo del cual comenzaron a surgir apoyos transversales, en distintos grados de conciencia, especialmente de parte de dirigentes de la Concertación, tan culpables como la derecha en la mantención y fortalecimiento del sistema neoliberal impuesto por la dictadura pinochetista y causante, en definitiva, de los males sufridos por el pueblo durante más de veinte años de “democracia”. Estos dirigentes hoy pretenden aparecer como promotores o estandartes de la justicia social, tipos que ayer se acomodaron al sistema incluso profitando de él en perjuicio de la mayoría, pretenden pasar piola su culpabilidad ética y política –y quizá alguna de otro tipo-, aspirando además a obtener el apoyo de los votantes en las próximas elecciones. La mayoría de ellos tuvieron cargos públicos, fueron ministros, parlamentarios, asesores con suculentos sueldos o directores de empresas públicas; por lo tanto, la actitud que manifiestan frente al conflicto social no es confiable, de la misma manera que no es confiable el camaleón o el coragyps atratus. Es hora de que la política se desarrolle desde la honestidad, con transparencia y sin portar el cuchillo bajo el poncho, asunto en que la derecha y la Concertación llevan el pandero. Los tramposos de siempre no pueden seguir pasando piola como si nada, hay desenmascararlos día a día, pues de continuar ellos en el poder, los males para el pueblo también continuarán.