Luego de casi un mes de espera, la Segunda Sala de la Corte Suprema acogió el Recurso de Amparo -presentado el 2 de diciembre- que permitirá ingresar al país por 15 días al ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Hugo Marchant Moya, quien lleva 19 años cumpliendo pena de extrañamiento -destierro- en Finlandia.
Según el encargado de prensa del Comité Fin al Destierro Ahora (Fada), Félix Madariaga, su llegada al aeropuerto se concretará mañana a las 9:30 horas en el vuelo de Aerolíneas Argentinas Nº 1282. Media hora antes, a las 9, miembros del Comité Fada convocan a organizaciones sociales y activistas de Derechos Humanos para darle una bienvenida, que pretende ser una muestra de repudio a que aún exista el destierro luego de 22 años de que acabó la dictadura.
El máximo tribunal confirmó la resolución, señalando que la Policía de Investigaciones (PDI) no actuó en forma ilegal ni arbitraria, sino que tuvo una interpretación distinta respecto a la pena de extrañamiento y la manera en que esta se cumple.
Por ello, la Corte Suprema dispuso que Marchant podrá ingresar a territorio nacional durante un lapso de 15 días -que fueron los mismos concedidos por el Ministro de Fuero de la Corte de Apelaciones, Joaquín Billard- por razones humanitarias, dado que su hija requiere, como parte de un tratamiento sicológico, reconstruir parte de su historia junto a su padre.
Pese a que ya existía un oficio judicial en que el Ministro de Fuero, Joaquín Birllard, permitía ingresar a Marchant al país por 15 días -a contar del 1 de diciembre-, la Policía de Investigaciones (PDI) no acataba la decisión porque, según argumentaban, habría que pedirle autorización a todos los otros jueces que lo condenaron durante la dictadura, lo que de acuerdo a la abogada del caso, Alejandra Arriaza, “no se ajustaba a derecho”.
En la ocasión, el comisario Luis Avilar, de la PDI, que ellos respondían a un oficio enviado por el Ministerio de Justicia con visto bueno del Presidente de la República, y que por eso lo expulsaban del país por segunda vez, el 2 de diciembre pasado. Eso, aún está por resolverse.
El Poder Judicial, finalmente, se ha impuesto en derecho, permitiendo que Hugo Marchant, después del destierro al que fue condenado por el Gobierno de Patricio Aylwin, pueda pisar suelo chileno, y abrazar a sus familiares (hermanos, hermanas, primos) de quienes fue separado a pesar de estar considerado como un luchador en contra de la dictadura y ser parte del Informe Valech, en el que se reconoce que fue torturado siendo prisionero político de Pinochet.
Este, sin dudas, será un año nuevo diferente para Marchant y su familia. Por primera vez desde que fue tomado prisionero en 1982, es decir casi 30 años, podrá pasar esta fiesta en familia y en libertad, en el país que lo vio nacer.
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