Ana González, cuyo hijo incluyó en su lista la diputada Rubilar, sufrió descompensación cardiovascular, indicaron médicos del Hospital San José.
Un equipo multidisciplinario está a cargo de la atención de Ana González González quien permanece "estable" y "de cuidado" desde la tarde de este jueves en el Hospital San José, de la comuna de Independencia, en el norte de Santiago.
De acuerdo a un comunicado emitido este mediodía por ese recinto, la anciana, madre de Luís Emilio Recabarren que fue incluido en la lista de supuestos falsos desaparecidos que confección la diputada Karla Rubilar, sufrió una descompensación cardiovascular.
El texto precisa que el doctor Nilo Carvajal, jefe de la Unidad Cardiovascular, "informó que el actual estado de salud de la señora González es de cuidado y se encuentra estable, bajo tratamiento".
"Durante todo este tiempo, ella se sido evaluada y tratada por un equipo multidisciplinario del hospital. Asimismo, se ha mantenido contacto permanente con los familiares", agrega.
Ana González, además de Luís, sufrió la desaparición en manos de agentes de la dictadura de la esposa de éste, Nalvia; del hijo que ambos esperaban con 3 meses de gestación; de un segundo hijo, Mañungo, y de su esposo Manuel.
Emblemática integrante de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, se vio envuelta en la reciente denuncia de supuestos falsos desaparecidos cuando la parlamentaria RN incluyó el caso del primero lo que luego fue descartado por la Justicia y el Gobierno.
Este miércoles, la legisladora fue destituida de su cargo de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, en el que asumió por acuerdo de partidos, por faltas a la ética.
(Ruego hacer llegar el siguiente saludo a la compañera Ana González de Recabarre.
Este es un saludo carta abierta, para su publicación citar la carta completa.)
Estimada amiga, tía, madre, abuelita.
Estimada compañera Ana González de Recabarren
Le escribo desde Gotemburgo Suecia, ya que hace algunas horas he recibido la noticia de su estado de salud.
Compañera, usted no se puede imaginar la indignación que también nos ha provocado las palabras de la señora parlamentaria, la que con doble intención o no, demuestra incompetencia profesional y política en cargo tan importante como la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos. Pero por el momento quiero dejar eso de lado, ya que en esta oportunidad prefiero hablar de cosas buenas; quiero hablar de ejemplo dignos a seguir como lo es el suyo compañera.
De antemano le cuento que nuestros caminos se cruzaron el la primera quincena de 1985 en la Iglesia Santa Filomena, lugar donde se realizó una huelga de hambre y en donde participaron todas las agrupaciones de entonces conformando el comité Verdad y Justicia. Yo participé representando al comité pro-retorno juvenil y yo vivía en el hogar el encuentro. Hogar lleno de jóvenes de diferentes lugares del mundo que habíamos retornado a Chile para estar donde las papas quemaban. Se recuerda usted compañera de esos días de lucha, esos día en donde dábamos todo por ser solidarios, en donde nos preocupábamos que si estábamos bien o no, en donde nunca dejábamos nuestros hogares sin decir un hasta luego, cuídate. Esa preocupación humana por quienes andaban con nosotros en la lucha, esas movilizaciones por la verdad, la justicia, la democracia. Recuerdo muy bien las distintas acciones en la Alameda del Movimiento Sebastián Acevedo. Anita, la verdad es que extraños esos días, que aunque crueles, hacían que le gente estuvieses mas cerca entre si y los corazones eran mucho mas solidarios.
Compañera Al recibir la noticia de su estado de salud me preocupé mucho, ya que no es justo lo que sigue pasando en nuestro paisito, en nuestro Chile que no solo esta lleno de accidentes geográficos, sino que también accidentes de todo tipo, así como contra los Derechos Humanos, accidentes contra el respeto a los ciudadanos que en el momento oportuno entregaron todo para construir un Chile democrático y, que en muchos casos fueron aplastados por las botas militares por el solo hecho de pensar distinto y querer algo mejor para la gran mayoría del país Chile, porque la gran mayoría son los trabajadores y trabajadoras de Chile, sus estudiantes y todos sus abuelos y abuelas que han sido los motores que han mantenido en movimiento a nuestro país.
Yo compañera me retorne a mi segunda patria y desde aquí también trato de aportar en todo lo que pueda, pero a pesar de eso, como quisiera estar allí junto a usted entregándoles el animo, el cariño el aprecio que usted se merece. Porque usted compañera es símbolo de lucha, es símbolo de que un mundo mejor si es posible. Usted con su ejemplo de mujer incansable ha demostrado que para luchar se requiere de voluntad y conciencia. Su ejemplo debe ser copiado por toda la gente de Chile. Porque mientras haya impunidad no descansaremos, aunque esto sea lo único y último que tengamos que hacer en nuestras vidas. Su lucha, nuestra lucha es de las luchas con mayúscula, es de las luchas en donde la sociedad se enriquece, ya que el objetivo es el simple cumplimiento con los Derechos Humanos.
Compañera Ana, para despedirme a la distancia desea recordarle alguna palabras de una nación que coreábamos en las puertas de la Iglesia Santa Filomena: ... escribo tu nombre, por la paredes de mi ciudad, tu nombre verdadero, tu nombre y otros nombres que no nombro por temor....
Animo Anita, que aunque hayan lluvias o tormentas recuerde siempre que ahora no esta sola, ahora estamos nosotros también, que gracias a la tecnología de la comunicaciones, podemos estar en contacto permanente, nosotros desde todos los rincones del planeta estamos dando a saber todo aquello que no se publica en los medios de comunicación oficial de Chile. Y seguiremos estando hasta sentir la alegría de ustedes, porque mientras ustedes sigan luchando aquí estaremos nosotros también apoyando, ayudando y/o continuando la lucha por un mundo mejor; un mundo mas justo; un mundo de respeto a la diversidad de ideas y culturas; un mundo de camaradería y solidaridad; un mundo que nos haga sentir orgullo de haber dado una larga lucha y haber conseguido frutos de mucha importancia; un mundo en donde podamos construir una herencia cultural digna y respetada por y para a la próximas generaciones. Una cultura por la vida. Una cultura de democracia justa y popular.
Fraternales y cariñosos saludos
Sebastián Sepúlveda
Director Radio Region XIV
Gotemburgo - Suecia
www.radioregion14.com
Gotemburgo, Suecia, Viernes 16 de enero de 2009