“No es clemencia lo que pedimos, sólo justicia” es la declaración que remata la carta que el ex líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, envió de su puño y letra al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, en la que expone la situación que mantiene en huelga de hambre a 34 mapuches procesados por ley antiterrorista recluidos en distintos penales de zona sur.
La misiva fue remitida al máximo representante del organismo multilateral en el marco de la Asamblea Plenaria que se realiza estos días en Nueva York, Estados Unidos, y en la que participan los jefes de Estados y de Gobierno de los países miembros, entre ellos el Presidente Sebastián Piñera.
En dos carillas el comunero imputado de la emboscada a un fiscal de la Región del BíoBío y otros ataques incendiarios, fundamenta la medida que llevan a cabo en que no han tenido garantías de un debido proceso en el marco de la normativa, ya que esta “posee aberraciones jurídicas como la utilización de testigos sin rostro”.
Añade que “los mapuches no somos terroristas, somos luchadores sociales (…) que no aplicamos violencia política desmedida, nuestra lucha es sólo defensiva”.
Héctor Llaitul también solicita a la ONU que emita un pronunciamiento sobre puntos como “pedir al gobierno chileno que respete los derechos políticos y territoriales de los mapuches; se recomiende al Estado chileno no aplicar la justicia militar ni la ley antiterrorista a mapuches que se movilizan y luchan por defender y recuperar sus tierras”. A ello se suma “exigir al gobierno que de garantías para un debido proceso a los mapuches”.
Asimismo el dirigente, quien entera 73 días sin alimentarse voluntariamente, reivindicó la lucha de su pueblo en materia “histórica y ancestral”.
“Históricamente hemos sido despojados de nuestro territorio histórico y ancestral, cuestión que nos mantiene en estado de opresión y pobreza, situación que no ha variado en nada en el último tiempo, ya que en las últimas décadas los sucesivos gobiernos chilenos continúan aplicando políticas de represión y dominación al Pueblo Nación Mapuche (…) con las consecuencias de persecución, prisión y muerte de muchos comuneros”.