Por: Sindicato ARI en Temuco
Se sabe que HidroAysén ha invertido sendos presupuestos en publicidad en medios para convencer a la ciudadanía que su proyecto de una central hidroeléctrica en Aysén y un tendido eléctrico de más de mil kilómetros benefician a la población. Pero el fin de semana pasado los más grandes medios del país se sumaron con noticias y editoriales a la defensa del proyecto de Colbún-Endesa, atacando una campaña ciudadana que sólo busca transparentar las decisiones públicas.
A muchos extrañó una noticia puesta en portada del diario de Agustín Edwards el viernes 22 de abril. El titular decía: ‘Amplio rechazo a campaña contra HidroAysén’. Si bien hasta los amigos en Facebook del periódico saben que el medio es una caja de resonancia de los intereses empresariales, rara vez se ve tanta obstinación contra campañas ciudadanas.
La bajada de la noticia señalaba que la campaña emprendida en Coyhaique era considerada por autoridades y empresarios (qué otra fuente), “un amedrentamiento que bordea la ilegalidad, y podría extenderse a otros niveles del Gobierno”. Más adelante la noticia agrega que los mismos consultados estiman que “la difusión de imágenes y datos personales de los miembros de esta instancia es una agresión deplorable que junto con atacar su seguridad, también vulnera la institucionalidad vigente”.
La noticia hacía referencia a una campaña realizada en la vía pública hace dos semanas en Coyhaique por el Consejo de Defensa de la Patagonia, que entregaba a la ciudadanía información sobre los 12 miembros de la Comisión de Evaluación Ambiental que deben votar sobre la viabilidad del proyecto.
La campaña fue de información ciudadana que puso los rostros y correos institucionales en su portal web y después jóvenes secundarios de Coyhaique pusieron en la vía pública un cartel con la misma información. Luego, un blog de oposición a Sebastián Piñera en su sitio replicó la información titulando que los personeros quieren vender la Patagonia.
Patricio Segura, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, sostiene que “es totalmente falso que hayamos divulgado información personal. Nosotros sólo pusimos información pública que puedes hallar en los mismos portales web del organismo ambiental”.
Agrega que no se entregó “ningún dato personal ni confidencial, sólo mails, teléfonos y direcciones postales de reparticiones públicas con el fin de que los ciudadanos puedan hacerles llegar su opinión sobre el proyecto”.
En la nota de El Mercurio llama la atención que las fuentes consultadas fueran sólo del Gobierno y del ámbito empresarial. Son citados el presidente de la Sofofa, Andrés Concha; el alcalde de Coyhaique, Omar Muñoz; el vicepresidente de HidroAysén, Daniel Fernández; el intendente (s) de Aysén, Raúl Rudolphi; y el seremi de Economía de la zona, Fernando Guzmán.
Segura cuenta que para la nota El Mercurio entrevistó a otras personas, como empresarios de la región, y que estos les dijeron que la campaña era legítima y que mientras no se entregara información personal, no había problema. Claro que esas cuñas no aparecen en la noticia.
El Mercurio prosiguió el domingo 24 de abril con la defensa del proyecto publicando una noticia que compara el proyecto de Colbún-Endesa con el proyecto Belo Monte, desarrollado en el nordeste de Brasil, en territorios indígenas del Amazonas.
El artículo titulado “HidroAysén inundará 9 veces menos que central en Brasil, y el equivalente a tres comunas de Santiago”, a través de comparaciones y otros guarismos concluye que el proyecto en el sur de Chile es menor y más eficiente, que triplica la eficiencia de Itaipú, la segunda que genera más energía en el mundo. Incluso llega a comparar el proyecto chileno con la central Hoover, que alimenta a Las Vegas, diciendo que la local será 10 veces más eficiente que la central construida en ¡los años 30!
EL LLAMADO DE LA TERCERA
La Tercera, por su parte, se puso con un editorial el domingo 24 de abril, en el que señala que “el recurso a este tipo de estrategia debe ser repudiado, pues constituye una velada amenaza a funcionarios públicos en el ejercicio de sus deberes y una deplorable manera de plantear una discusión de interés ciudadano”.
La editorial del periódico de Álvaro Saieh, añade que la campaña “busca generar temor en un grupo de funcionarios y que, al demonizarlos por el papel que juegan dentro de un proceso institucional, incita al odio, poniendo en riesgo su privacidad y su seguridad”. El diario insignia de Copesa termina llamando a la autoridad a resguardar la integridad de los funcionarios públicos aludidos e investigar el origen y financiamiento de estas campañas.
Segura sostiene que “tenemos claro que la campaña les molestó y por ello han orquestado una campaña de bullying mediático en su contra”.
Luis Breull, académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, opina que “estamos en una sociedad de diálogos transversales y obviamente quienes ocupan posiciones de autoridad y altos cargos ejecutivos quieren mantenerse al margen de esa transversalidad. Aún desean mantener un modelo elitista de toma de decisiones. Es imposible en el momento actual de uso de redes sociales y con la capacidad ciudadana de interpelar a las autoridades que toman decisiones de interés publico”.
A juicio de Breull “es válido desarrollar una campaña de información o contra información respecto de un proyecto. Mientras exista mayor información disponible de ambas partes es mejor para tomar una decisión informada y más responsable”.
HA LLEGADO CARTA
Patricio Segura cuenta que luego de la publicación de la noticia, se han enviado dos cartas a El Mercurio, la que no han publicado. La Tercera, en cambio, publicó la carta en la que se dice que “si la transparencia en los actos del Estado ha llevado a que en páginas web como las del Senado y la Cámara de Diputados se entregue la información institucional de todos los parlamentarios para que la ciudadanía los contacte ¿por qué en este caso debiera ser distinto, coartando el derecho a la legal y legítima expresión ciudadana?”
Para el activista ambos diarios “no están acostumbrados al control ciudadano ni menos a la transparencia cuando se trata de decisiones públicas”.
Tal preocupación de la prensa del patriciado criollo se visibiliza con las declaraciones de un dirigente empresarial, quien señaló hace poco que “es complicado cuando se legisla con la gente saliendo a las calle”. A juicio de Segura “parece que a la elite le complica esto porque están acostumbrados a legislar entre cuatro paredes”.
AMPLIO RECHAZO CIUDADANO
Pese a la campaña mediática el rechazo a las represas sigue siendo alto. Este miércoles en diferentes ciudades del país se ha convocado a manifestaciones contra el proyecto HidroAysén. En Valdivia, recibieron con protestas al presidente, Sebastián Piñera, en su visita a la zona este martes.
Unas 50 personas llegaron hasta el Centro de Estudios Científicos (CECS), donde el mandatario inauguraba la Costanera de la Ciencia, junto a parlamentarios y autoridades locales.
Manuel Ruiz, vocero del movimiento, dijo que “estamos tratando que el Presidente dé la cara, que escuche a la ciudadanía que no quiere represas en la Patagonia y nos vamos a seguir oponiendo a cualquier proyecto destructivo de nuestro país porque hay energías más amigables”.
En tanto, más de 700 personas se han juntado en el centro de Coyhaique y están recorriendo la ciudad y en la Plaza de la Constitución en Santiago ya hay más de mil personas protestando contra el proyecto hidroeléctrico. No en vano una encuesta de Ipsos realizada en abril da cuenta de que un 61,1 % de chilenos lo rechaza.