AL AMIGO, FACUNDO CABRAL, LIBERTARIO SIEMPRE POR SIEMPRE

En esta tarde, 9 de julio de 2011, agigantada y acelerada cual pigmeo rebelde y resistente que se ha crecido entre nuestros pechos, relinchando como potros salvajes en cada suspiro de nuestra existencia, laten y laten nuestros tercos corazones, aún exigiendo justicia en esta patria latino caribeña. Y después de mirar alrededor de la aldea global, no hay duda, no queda ninguna duda, de quienes han podido ser tus asesino, maestro. Es el monstruo de siempre, ese mismo que por la fuerza cobarde ha asesinado millares y millares de hombres y mujeres de pensamiento crítico y humanista. Es el mismo hambriento rapaz, lacayos yanquis, que constantemente nos miran con sevicia y alevosía sanguínea, propio de asesinos innatos.

En el camino de la vida, que por cierto es bastante espinoso y tortuoso, me topé con un hombre de pobladas barbas, como un dandi mensajero de paz, fue como un encuentro de esos que uno no quiere olvidar, porque es como si alguien encontrara a un verdadero amigo, de distancias luces. Estaba contemplando al mar a la vez que le daba de comer a las palomas. Le pregunté: ¿Usted es el que yo creo? y me dijo: Yo soy el que tú quieras. Le pregunté: ¿Usted es el maestro? Y me dijo: No, maestro es el que te puso delante de mí y a mí delante de ti. Yo soy el que tiene que ser.

Pero maestro, tú fuiste nuestro verdadero maestro. Te vimos atrincherado en las tarimas, disparando ráfagas de proyectiles ideológicos con tu fusil, que no era más que tu inseparable guitarra. Y tu voz era como un trueno que retumbaba y retumbaba, avivada por los aplausos de tu pueblo. A esta hora, ese pueblo que te ama y te seguirá amando por siembre, como un Lázaro silencioso, en cada aldea social grafitea sus muros palimpsestos, testimoniando el dolor de tu partida, grafitendo las más hermosas y livianas metáforas de tus enseñanzas, porque tú fuiste grande maestro:

“Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos....“ Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.”

Ese legado precioso, don de tu señora madre, Doña Sara, hoy te ha sido arrebatado, en forma cobarde, cobarde, cobarde y mezquina, ¡Ché! Te asesinaron para silenciarte. No es la primera vez que la mano asesina de los fascistas, proimperialistas tiran del gatillo para matar a los grandes de ideas grandes. La lista de las y los caído por las balas asesinas de los poderosos del mercado mundial es infinita. Tiempo, modo y circunstancias parecidas, es solo una simple coincidencia.

Pero en esta tarde imborrable, imborrable y enlutada, con dolor, rabia e impotencia, pero con ganas de actuar, estoy sentado en la margen izquierda del río grande, río de la Magdalena, y entre olas y olas el astro rey en su carrosa fúnebre baja paciente a su ocaso, pero mañana volverá a brillar y será un nuevo amanecer. Aquí recuerdo tus aquilosadas frases llenas de sabidurías, por eso hoy el homenaje es para ti maestro, es lo mínimo que puede hacer un discípulo de usted, más cuando seguimos en silencio construyendo nuevos amaneceres con la fuerza de la palabra.

Rodolfo Enrique Cabral, nombre de pila, hoy Facundo Cabral, mensajero de paz, humildad y humanismo, el hombre hecho verbo en la poesía cantada, fuente inagotable de versos exquisitos para refrescar el alma, el mismo que muchas veces pregonara: “Para mí, mi familia es la humanidad”. “Vuele bajo porque abajo está la verdad, eso es algo que los hombres…” Bajó volando el tipo y me dijo “¿Cuántas tenés?”.”¿Cuántas quieres?”. “Pregunté a un viejo Tarahumara, por qué no usaban armas para defenderse de los cuatreros, y me dijo: Si las armas fuesen necesarias, habríamos nacido con ellas”. “El poeta indio Tagore, que bautizara "mahatma", es decir, alma grande, a Gandhi, decía que cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta, más cuando el hombre canta, Dios lo ama”. “El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso -una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida-.” “Si los malos supieran

qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.” “América, Estados Unidos, es el único lugar del mundo donde uno puede ser un mal actor y un mal presidente, todo a la vez. Allí, en Estados Unidos, los negros se hacen boxeadores para poder pegarles a los blanco ¡¡legalmente!!”. “La humanidad no es una caravana de desesperados, sino una bendita familia festejando el amor”. “Yo les digo a los pobres lo mismo que les digo a los ricos: Contar conmigo ya que, con amor todo es posible”. “¿cuál es el lugar del hombre? y me dijo: Donde sus hermanos lo necesitan”. “Mi madre poco antes de morir, me dijo: muero contenta porque cada vez te pareces más a lo que cantas”. “Yo sigo siendo tan inocente que, me sigue alumbrando la bendita esperanza de que un día, los poetas gobernarán el mundo.”

Así es Maestro, algún día los poetas gobernaremos al mundo, es tu legado Maestro. Gracias Maestro por todas tus enseñanzas. Gracias Maestro por enseñarnos a amar la vida. Gracias Maestro por mostrarnos la importancias de todas las maravillas del mundo por disimiles que sean. Gracias Maestro por pregonar paz. Y, gracias Maestro por haber realizado lo que muchos de nosotros tenemos que hacer y no lo hacemos. Gracias Maestro por la alegría difundida.

Viejo Facundo, ya es hora de partir, allá del otro lao nos espera Manué con su último engendrao, toca pelear por la vida, por la puta vida de los que aún no han llegaó y por los que están fregao. ¿Y quién de nosotros se ha llevado la mejor pare? ¡Nosotros mi Ché!, por haberte tenido a nuestro lao. Ahora déjame terminar rezando la oración que tú mismo nos enseñaste, patrimonio de tu herencia, abundante legado de usted Maestro:

“Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado a tus muchos santuarios, olvidando que estás presente en todas partes. En segundo lugar, te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí. Y por último te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados son perdonados antes que los cometa, ¡tanta es tú misericordia amado Señor! Pero Señor, si tú eres grande y justo jamás perdone a los que asesinaron a nuestro Maestro, por los siglos de los siglos, amén.

¡ Gracias Maestro!