HUELGA DE LOS TRABAJADORES DE STARBUCKS ES UN EJEMPLO DE UNIÓN SINDICAL

480 trabajadores y trabajadoras jóvenes de los locales de venta de café de la cadena transnacional norteamericana Starbucks se encuentran en huelga desde hace 20 días. Y media docena de ellos hacen una huelga de hambre en el punto de venta de Isidora Goyenechea, en el centro financiero de Santiago, en Las Condes.

Hace dos años que existen conversaciones entre el Director General de la empresa, Eduardo Cano y el sindicato para resolver demandas laborales. Según Andrés Giordano, el joven presidente del sindicato, formado el 9 de abril del 2009, enfrentan una “maquinaria colosal” de parte de la empresa madre que desde Estados Unidos dicta las reglas. Por eso decidieron formalizar la huelga legal.

El primer triunfo fue haberle doblado la mano a la multinacional Starbucks al sindicalizarse. La empresa se vanagloria de no tener sindicatos y de utilizar el principio de la meritocracia para acordar individualmente con sus empleados montos insignificantes de sueldos e incentivos creando competencia dentro de los trabajadores.

El sindicato de los trabajadores de Starbucks exige transparencia, reglas claras, justicia e igualdad en el trato.

Los trabajadores de Starbucks, ganan en promedio $1.200 por hora. Y la rotación de los empleados es de un 80% debido a las bajos sueldos y a las pésimas condiciones de trabajo. El promedio de edad es de 24-25 años.

Andrés Giordano explica que de 25 demandas, en el comienzo, ahora defienden y negocian por las más importantes: un bono de colación de $50.000; entrega de uniformes y zapatos de seguridad; reajuste anual según el IPC y el sueldo base de los trabajadores.

Andrés, el joven presidente, denuncia la ineficiencia de las autoridades de la Dirección del Trabajo e incluso la complicidad de ésta con la Empresa y su gerencia. Pero sus principales críticas se dirigen al Código Laboral que permite a los patrones violar los derechos de los trabajadores y abusar con prácticas antisindicales. El joven dirigente afirma que con Lagos, el presidente Concertacionista, este código fue perfeccionado para uso patronal y explotación de la mano de obra juvenil.

Así pues, los locales siguen funcionando con personal contratado hace poco. Previendo la huelga la empresa contrató para disminuir la capacidad de negociación sindical. Es la legislación laboral chilena que lo permite, que las empresas sigan funcionando mientras se hace la huelga. Esta práctica beneficia a los empresarios y perjudica el poder de negociación de los trabajadores.

La de Starbucks es una lucha ejemplar en un contexto de efervescencia social y de toma de consciencia de las leyes constitucionales y del modelo neoliberal que rigen este país. Es el momento de implementar alianzas entre los jóvenes trabajadores y los estudiantes secundarios y universitarios para potenciar los movimientos haciendo converger sus luchas. Hay que impedir que el Estado y los empresarios aplasten la justa huelga de los trabajadores de Starbucks y también la de los estudiantes secundarios y universitarios. Para potenciar ambas es necesario construir la unidad trabajadores-estudiantes.