Por: Gabriel Chin´.
Hermanos, Estimados y Compañeras:
Pasan los años y desde cualquier lugar del mundo para los chilenos el 11 de septiembre de 1973, es una fecha trascendente marcada a sangre y fuego en la Historia Patria,... No puedo quedarme en silencio sabiendo que muchos jóvenes, hoy esperan testimonios y conocer de experiencias vividas en el Gobierno Popular.
Por cierto, la mañana gris de ese día anunciaba tambor ausente, poca gente transitaba por las calles, se percibía la sensación de que algo grande ocurriría por la Alameda en torno al centro de la capital. Muy temprano desde la Guarnición de Tomás Moro, la Casa Presidencial, el Doctor Salvador Allende junto a un Grupo de Amigos Personales (GAP), se dirigió a su puesto de trabajo en el Palacio de la Moneda ante el evidente Golpe Militar. Comunicados con El Cañaveral, escuela de formación al oriente precordillerano de Santiago, bajaron vehículos con los compañeros del GAP para reforzar tanto la defensa del Palacio, como también, de la Casa Presidencial, donde habían quedado la Primera Dama y sus hijas. Con la prensa democrática y popular clausurada, radio y televisión silenciada, sólo por Radio Magallanes, que aún no había sido acallada, el mundo supo del último discurso de Allende y su destino final. Paralelamente, frente al Nº80 de la calle Morandé, defendiendo La Moneda, un puñado de 6 hombres disparaban apostados desde las oficinas del Ministerio de Obras Públicas, bloquearon el paso a los golpistas y conteniendo el avance terrestre y por aire de las Tropas de Asalto del Ejército de Chile, que no podía acercarse ante las considerables bajas causadas,...Fueron 6 GAP los que paralizaron a todo el ejército chileno. En ese gris de la mañana fogueados de combate debieron enfrentar la disyuntiva, entre seguir disparando a los militares golpistas o salvarles la vida de nuestros compañeros detenidos: Una larga fila de sobrevivientes sacados de Palacio, fueron tendieron en la calle para pasarles un tanque por encima de sus cuerpos. Se decidió por el "alto al fuego", salir del escenario, esconder las armas en el mismo edificio, evacuar la retirada por calles aledañas y perderse entre la gente del pueblo que prestó su vital ayuda y refugios en casas solidarias. Han pasado décadas y aunque muchos no tuvieron la misma suerte, (casi todos aquellos que fueron detenidos y tendidos en la calle, fueron ejecutados y hechos desaparecer); otros lograron sortear con vida y por más anillos represivos y candados de seguridad, por años: ¡nunca nos encontraron!
Hermanos, atrás quedaron las esperanzas, los sueños postergados y los miles de torturados y desaparecidos por la Dictadura de Pinochet, que confabulados al poder de los empresarios y del imperialismo norteamericano no aceptaron el Programa de las 40 Medidas del Gobierno Popular, que dañaban sus intereses de clase y del capital foráneo. Hablar de reforma agraria; educación gratis, universidad para todos; nacionalización del cobre y demás riquezas básicas; de asegurar salud y el medio litro de leche para cada niño chileno, era hablar de un crimen, era un pecado capital para los dueños del poder, por eso impusieron a golpe y sangre la dictadura militar.
Han pasado treinta y ocho años y el fantasma del miedo y del terror está en retirada, son otros los hombres y mujeres jóvenes, hijos nuestros, los que avanzan por las anchas alamedas reclamando sus derechos. Hoy se les ve portando sus cartelones exigiendo "fin al lucro" para vivir dignamente, y organizan nuevos y continuos Paros Nacionales de actividades en un país donde el Estado se ausenta de sus funciones, donde se privatizan los roles elementales y se los traspasan al sector privado. Pues, como la población necesita de esos bienes y servicios y como ahora tienen dueños, se les obliga a pagarles a las empresas privadas, incluso, para cruzar una vía, hoy se tiene que pagar a las empresas extranjeras concesionadas. Entonces, cansados de tanto aguantar las permanentes alzas de las tarifas y precios, de reformas complacientes al modelo neoliberal impuesto por Pinochet y administrado por los gobiernos "concertacionistas" la gente salió a las calles a protestar. Es otro Chile el que estamos viviendo hoy, desde agosto del 2011, el pueblo despertó con la creatividad de los estudiantes y nuevos sectores sociales se van acoplando por sus luchas reivindicativas en esta primavera en que la Revolución germina otra vez, y el gobierno de los empresarios, en jaque y con escaso respaldo social, no sabe qué hacer, para dónde tirar.
Lejos de la Patria y accediendo a una invitación de los compañeros trabajadores portuarios para la reinauguración del principal Puerto de Managua que llevará el nombre del Presidente Salvador Allende, hemos llegado algunos sobrevivientes del GAP a estas tierras hermanas. Fue un masivo Acto solidario, lleno de cariño, emoción y recuerdos, donde los "nicas" se agolpaban para saber más del combate en La Moneda y detalles de la dinámica social y de sus luchas actuales que se proyectan en el futuro.